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50sombras 168

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—Cariño, no te preocupes por tener que volver conmigo. Quiero que seas feliz,<br />

y ahora mismo creo que la clave de tu felicidad está arriba, en la habitación 612. Si<br />

quieres venir a casa luego, la llave está debajo de la yuca del porche principal. Si te<br />

quedas… bueno, ya eres mayorcita. Pero toma precauciones.<br />

Me pongo roja como un tomate. Por Dios, mamá.<br />

—Vamos a terminarnos los Cosmos primero.<br />

—Esa es mi chica.<br />

Y sonríe.<br />

Llamo tímidamente a la puerta de la habitación 612 y espero. Christian abre la<br />

puerta. Está hablando por el móvil. Me mira extrañado, completamente<br />

sorprendido, sostiene la puerta abierta y me invita a entrar en su habitación.<br />

—¿Están listas todas las indemnizaciones? ¿Y el coste? —Silba entre dientes—.<br />

Uf, nos ha salido caro el error. ¿Y Lucas?<br />

Echo un vistazo a la habitación. Es una suite, como la del Heathman. La<br />

decoración de esta es ultramoderna, muy actual. Todo púrpuras y dorados mate<br />

con motivos en bronce en las paredes. Christian se acerca a un mueble de madera<br />

noble, tira y abre una puerta tras la que se oculta el minibar. Me hace una señal<br />

para que me sirva, luego entra en el dormitorio. Supongo que para que no pueda<br />

oír la conversación. Me encojo de hombros. No dejó de hablar cuando entré en su<br />

estudio el otro día. Oigo correr el agua; está llenando la bañera. Me sirvo un zumo<br />

de naranja. Vuelve al salón.<br />

—Que Andrea me mande las gráficas. Barney me dijo que había resuelto el<br />

problema. —Christian ríe—. No, el viernes. Estoy interesado en un terreno de por<br />

aquí. Sí, que me llame Bill. No, mañana. Quiero ver lo que podría ofrecernos<br />

Georgia si nos instalamos aquí.<br />

Christian no me quita los ojos de encima. Me da un vaso y me indica dónde hay<br />

una cubitera.<br />

—Si los incentivos son lo bastante atractivos, creo que deberíamos considerarlo,<br />

aunque aquí hace un calor de mil demonios. Detroit tiene sus ventajas, sí, y es más<br />

fresco. —Su rostro se oscurece un instante—. ¿Por qué? Que me llame Bill.<br />

Mañana. No demasiado temprano.<br />

Cuelga y se me queda mirando con una expresión indescifrable, y se hace el<br />

silencio entre nosotros.<br />

Muy bien… me toca hablar.

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