28.01.2016 Views

50sombras 168

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ha hecho a propósito. Quiere que pase vergüenza teniendo que pedirle que me<br />

devuelva las bragas, y poder decirme que sí o que no. La diosa que llevo dentro me<br />

sonríe. Dios… yo también puedo jugar a ese juego. Decido en ese mismo instante<br />

que no se las voy a pedir, que no voy a darle esa satisfacción; iré a conocer a sus<br />

padres sans culottes. ¡Anastasia Steele!, me reprende mi subconsciente, pero no le<br />

hago ni caso; casi me abrazo de alegría porque sé que eso la va a desquiciar.<br />

De nuevo en el dormitorio, me pongo el sujetador, me pongo el vestido y me<br />

encaramo en mis zapatos. Me deshago la trenza y me cepillo el pelo rápidamente,<br />

luego le echo un vistazo a la bebida que me ha traído. Es de color rosa pálido. ¿Qué<br />

será? Zumo de arándanos con gaseosa. Mmm… está deliciosa y sacia mi sed.<br />

Vuelvo corriendo al baño y me miro en el espejo: ojos brillantes, mejillas<br />

ligeramente sonrosadas, sonrisa algo pícara por mi plan de las bragas. Me dirijo<br />

abajo. Quince minutos. No está nada mal, Ana.<br />

Christian está de pie delante del ventanal, vestido con esos pantalones de<br />

franela gris que me encantan, esos que le caen de una forma tan increíblemente<br />

sexy, y, por supuesto, una camisa de lino blanco. ¿No tiene nada de otros colores?<br />

Frank Sinatra canta suavemente por los altavoces del sistema sonido surround.<br />

Se vuelve y me sonríe cuando entro. Me mira expectante.<br />

—Hola —digo en voz baja, y mi sonrisa de esfinge se encuentra con la suya.<br />

—Hola —contesta—. ¿Cómo te encuentras?<br />

Le brillan los ojos de regocijo.<br />

—Bien, gracias. ¿Y tú?<br />

—Fenomenal, señorita Steele.<br />

Es obvio que espera que le diga algo.<br />

—Frank. Jamás te habría tomado por fan de Sinatra.<br />

Me mira arqueando las cejas, pensativo.<br />

—Soy ecléctico, señorita Steele —musita, y se acerca a mí como una pantera<br />

hasta que lo tengo delante, con una mirada tan intensa que me deja sin aliento.<br />

Frank empieza de nuevo a cantar… un tema antiguo, uno de los favoritos de<br />

Ray: «Witchcraft». Christian pasea despacio las yemas de los dedos por mi mejilla,<br />

y la sensación me recorre el cuerpo entero hasta llegar ahí abajo.<br />

—Baila conmigo —susurra con voz ronca.<br />

Se saca el mando del bolsillo, sube el volumen y me tiende la mano, sus ojos<br />

grises prometedores, apasionados, risueños. Resulta absolutamente cautivador, y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!