28.01.2016 Views

50sombras 168

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Sobrecogida?<br />

Por un instante vuelve a tener su edad.<br />

Asiento.<br />

—Lo haces todo… tan bien.<br />

—Gracias, señorita Steele —me dice educadamente.<br />

Creo que le ha gustado mi comentario, pero no estoy segura.<br />

Durante un rato atravesamos la oscura noche en silencio. El punto de luz de<br />

Seattle es cada vez mayor.<br />

—Torre de Seattle a Charlie Tango. Plan de vuelo al Escala en orden. Adelante,<br />

por favor. Preparado. Cambio.<br />

—Aquí Charlie Tango, entendido, Seattle. Preparado, cambio y corto.<br />

—Está claro que te divierte —murmuro.<br />

—¿El qué?<br />

Me mira. A la tenue luz de los instrumentos parece burlón.<br />

—Volar —le contesto.<br />

—Exige control y concentración… ¿cómo no iba a encantarme? Aunque lo que<br />

más me gusta es planear.<br />

—¿Planear?<br />

—Sí. Vuelo sin motor, para que me entiendas. Planeadores y helicópteros. Piloto<br />

las dos cosas.<br />

—Vaya.<br />

Aficiones caras. Recuerdo que me lo dijo en la entrevista. A mí me gusta leer, y<br />

de vez en cuando voy al cine. Nada que ver.<br />

—Charlie Tango, adelante, por favor, cambio.<br />

La voz incorpórea del control de tráfico aéreo interrumpe mis fantasías.<br />

Christian contesta en tono seguro de sí mismo.<br />

Seattle está cada vez más cerca. Ahora estamos a las afueras. ¡Uau! Es<br />

absolutamente impresionante. Seattle de noche, desde el cielo…<br />

—Es bonito, ¿verdad? —me pregunta Christian en un murmullo.<br />

Asiento entusiasmada. Parece de otro mundo, irreal, y siento como si estuviera<br />

en un estudio de cine gigante, quizá de la película favorita de José, Blade Runner. El<br />

recuerdo de José intentando besarme me incomoda. Empiezo a sentirme un poco

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!