Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
el domingo pasado en el Guaire. Era hija de Tato<br />
Carvallo, con quien ustedes hacen algunos negocios.<br />
Tengo una pista pobre, un tal Coronel Rangel.<br />
Como yo sé que en esas máquinas tienes hasta los<br />
nombres de quienes se acuestan con las esposas de<br />
los generales, me vas a buscar los coroneles Rangel<br />
dispuestos a encuerarse con una joven de rostro<br />
inocente, rubia y drogadicta.<br />
—¿Carvallo, el de las botas de cartón? —preguntó<br />
<strong>La</strong>nder con el tono ajeno de siempre.<br />
—El mismísimo.<br />
—Interesante, por aquí las cosas arden a fuego<br />
lento, y eso de las botas va a explotar como explota<br />
todo en este país: un diputado insultándose con un<br />
ministro y dos o tres generales construyendo una<br />
tasca anexa a sus viviendas.<br />
—Diez años estacionado en capitán te han vuelo<br />
mordaz, Arsenio.<br />
—¿Por qué? Los jamones guindando, el terciopelo<br />
rojo y los afiches de fiesta brava con los nombres<br />
<strong>del</strong> dueño de casa constituyen el sueño de futuro<br />
de todo cadete.<br />
— …que llegue a General, al menos Coronel. Se<br />
vería ridícula esa decoración en tu apartamento de<br />
dos ambientes.<br />
—¿Quieres ayuda, Smith? ¿O viniste a joderme<br />
la vida?<br />
112