22.04.2016 Views

La piel del lagarto

La-piel-del-lagarto

La-piel-del-lagarto

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Pero me caíste bien. Vamos para la otra oficina<br />

y te ayudo. ¿Compraste los timbres fiscales?<br />

—No —dijo <strong>La</strong>ura.<br />

El hombre la miró como un cura bonachón frente<br />

a sus ovejas descarriadas:<br />

—Anda para aquella taquilla, compra trescientos<br />

bolos en timbres fiscales, y yo te espero en la puerta<br />

de allá.<br />

<strong>La</strong>ura compró las estampillas y caminó hasta<br />

donde el hombre le había dicho. Le preguntó:<br />

—¿Y dónde es?<br />

—En la oficina VIP de Extranjería —le respondió<br />

el hombre.<br />

—¿<strong>La</strong> qué?<br />

—Donde se sacan el pasaporte las very important<br />

persons. Allí trabajo yo.<br />

Salieron a la calle y caminaron por el río de gente.<br />

El hombre se movía rápido, los codos pegados al<br />

abdomen que saltaba como si portara un canguro<br />

bebé. <strong>La</strong>ura lo seguía callada, apretando fuerte el<br />

sobre con las estampillas y las dos fotos. Atravesaron<br />

unos tarantines de buhoneros, una vieja se rodeaba<br />

el cuello con la cintura de un bluyín, pedía<br />

rebaja. Cuando el gordo le dijo por aquí <strong>La</strong>ura se<br />

había quedado mirando a un chichero que se escudriñaba<br />

la nariz, hacía unas peloticas de moco y<br />

luego las aplastaba entre el pulgar y el índice.<br />

30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!