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Jorge Rodríguez Gómez La piel del
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Prefacio El golpe tormentoso de La
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ventud y generación frustrada, que
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I
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—Se llama Óscar —dijo papá Po
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Le encantaban mis salidas ingeniosa
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adivinaba el reproche ¿pagaste el
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ueno, era inevitable: me dijo de to
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ecerro asustado, no pude dejar de f
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Canción Cuando salió de su casa,
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impasible. Todo estaba sucio, el ru
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—Pero me caíste bien. Vamos para
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—Cállate —respondió el gordo
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He aquí unos muertos cuyos huesos
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a la enfermera se le movían las te
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Sala de Partos La guardia estuvo mo
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do con una doble nelson. Asdrúbal
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cerrados como tratando de robarse u
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a despedirme y me dijo bajito que n
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Anatómico Pedroza cuidaba los cad
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Consulta Externa Aunque fuera un so
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vados de las aguas. El corazón era
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las lenguas con nuestras salivas cr
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Wiscon Antes de que a Wiscon lo mat
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los efectos devastadores del cannab
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Pediatría Creo que fue esa mañana
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Infecciosas «Estas son las pruebas
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Luego, el plan de Dios. Ja. Jaja. J
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—Pero no era de eso de lo que íb
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aquí después de tantas guerras y
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los bolsas que se atrevieron a sali
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El sueño de los ciegos
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El sordo, una winchester y el prime
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co que nunca. Allí murió la vieja
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mos hasta que nos salga un taco de
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Crece en los árboles El hombre se
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La comida china When you are sad an
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cuando el tío hablaba así, como u
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verde, una roja, una violeta, una g
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de las cosas. Tragó todo el aire q
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La fiesta de las larvas El Pecas od
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las masas que salían cansadas de s
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como él, recostado sobre un muro,
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- Page 155: La piel del lagarto, de Jorge Rodr