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co que nunca. Allí murió la vieja Salazar; que fumaba<br />
tabaco y echaba unos gargajos negros como un<br />
uyuyuy desintegrado. Allí se la pasaban Lino y sus<br />
amigos metiéndose cachos de marihuana y jamoneándose<br />
a las jevas. Allí salían ruidos y humo por<br />
las noches. Allí cagaban los borrachos. Allí, cuenta<br />
Costa, encontraron muerta a Rita, su hermana,<br />
derretida por dentro porque se bebió un frasco de<br />
limpiador de pocetas Mas. Era linda Rita, bonitos<br />
los ojos, asustados como el mar. Casi me rajo pero<br />
estaba Costa mirándome con nosequé en la cara y<br />
dije pero entras tú primero y me llevo mi winchester.<br />
Máximo intentó ganarse el Winchester a cabezazos<br />
pero yo le negocié mi espada y la capa <strong>del</strong><br />
zorro, así aceptó: al rato me prestas el rifle y yo está<br />
bien sabiendo que cuando se lo diera no me lo iba a<br />
devolver y otra vez qué pena mi mamá en la noche<br />
tocándole la puerta a la señora Rosa que su niño se<br />
volvió a quedar con los juguetes de Fernando.<br />
Entrar con cuidado de <strong>piel</strong> roja. Costa abrió los<br />
ojazos como un lechuzo cuando pegó el olor a mierda<br />
que sudaban las paredes. Máximo iba <strong>del</strong>ante,<br />
escupió sobre los huesos y pelos que quedaban de<br />
un perro muerto y dijo, los ojos más o menos fijos<br />
en mí: quien esté cagado que se vaya. Yo me senté<br />
sobre un ladrillo pensado seguro piso una plasta y<br />
este hijodeputa se va a reír de mí y también Costa<br />
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