La historia del diseño industrial reconsiderada
Documento_completo__
Documento_completo__
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
de Misiones, generando una rápida expansión de la experiencia. Al momento en que se escribe<br />
este texto, 40 estudiantes de dicha casa de estudios desarrollan 20 proyectos que abordaron<br />
los problemas de las ferias francas y de los sistemas de tracción de las unidades productivas<br />
de la provincia (dos de los cuales ya son prototipos experimentales). En sintonía, lo mismo<br />
sucede con la Cátedra de Termotecnia, Facultad de Ingeniería Mecánica, UNLP, donde más de<br />
50 estudiantes han trabajado durante el 2011-2012 en el dimensionamiento de artefactos para<br />
el aprovechamiento de energía renovable en las unidades productivas/unidades de vivienda de<br />
los agricultores familiares de la región.<br />
El quinto aporte tiene que ver con introducir la disciplina en la discusión de los mo<strong>del</strong>os de<br />
producción agropecuaria, y el ámbito universitario es un excelente espacio para generar debates<br />
y propuestas en torno a qué tecnologías desarrollar, para qué, para quiénes, cómo y dónde<br />
desarrollarlas. En este sentido, es central promover la discusión a partir de las acciones en<br />
terreno, pasar de la instancia de diagnóstico-descripción a la de construcción de la realidad.<br />
Retomando la línea argumental de Anderson (2006) planteada al inicio <strong>del</strong> texto, esta experiencia<br />
propicia una sutura entre la dimensión educativa y la productiva. El hecho de actuar<br />
sobre situaciones propias promueve la generación de vínculos entre instituciones públicoprivadas<br />
y genera una expansión racional <strong>del</strong> sistema de Ciencia y Técnica. También se propicia<br />
la absorción de recursos humanos formados en dichos problemas locales, “estableciendo<br />
facilidades o tutorazgos para que aparezcan nuevos actores: tales como simples habitantes <strong>del</strong><br />
lugar, organizaciones sociales, ámbitos municipales, egresados profesionales o técnicos jóvenes<br />
combinándose en un proceso” 151 .<br />
Luego de 4 años de trabajo, “demasiado cerca como para ser <strong>historia</strong> y demasiado lejos para<br />
ser presente”, la historización de los 85 proyectos (74 se hallan en etapa de “anteproyectos”,<br />
2 “construcción de prototipo experimental”, 7 “validación de prototipo”, 2 “prototipos validados”)<br />
ponen en evidencia algunas limitantes para pensar-actuar a futuro:<br />
• la escasa de inversión por parte <strong>del</strong> actor privado (PyMEs metalmecánicas) para traccionar<br />
procesos de desarrollo, aspecto que puede ser interpretado a través de la <strong>historia</strong> -<br />
idiosincrasia <strong>del</strong> <strong>industrial</strong> argentino 152 .<br />
• la falta de visibilidad de mecanismos de financiación (para actividades de desarrollo)<br />
por parte <strong>del</strong> Estado que sean adecuados a los tiempos productivos de las PyMEs,<br />
las posibilidades cognitivas de los actores locales (a la hora de completar los formularios),<br />
y también los tiempos productivos de los agricultores familiares. En este sentido,<br />
por citar un ejemplo, la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia<br />
de Buenos Aires no dispone en su presupuesto anual de ninguna línea de financiamiento<br />
para desarrollo de tecnología 153 .<br />
• la dificultad de las instituciones estatales para abordar el tema de los registros de propiedad<br />
intelectual/ <strong>industrial</strong> comunitarios, donde participan <strong>del</strong> desarrollo organizaciones de<br />
productores agropecuarios, PyMEs, universidad, institutos de investigación, municipios.<br />
151<br />
Refiriéndose a este tipo de proceso, Enrique Martínez plantea que “la función <strong>del</strong> Estado es la de “socio transitorio”<br />
<strong>del</strong> proceso, actuando para corregir la debilidad <strong>del</strong> tejido productivo local, “no para remplazar los actores locales por<br />
foráneos […]. El sistema de promoción de la actividad productiva que se establezca, debe considerar como actores<br />
prioritarios a los residentes <strong>del</strong> lugar. El apoyo humano externo debería configurarse una vez identificadas a fondo y<br />
con la mayor objetividad cuales son las limitaciones de la comunidad para recorrer un camino de fortalecimiento productivo”.<br />
(Martínez, 2011)<br />
152<br />
Sobre este aspecto ver: (Kosacoff y Ramos, 2005).<br />
153<br />
Según los datos estadísticos de la <strong>La</strong> Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericanos e Interamericanos<br />
(RICYT), en el año 2009 el gasto I&D <strong>del</strong> Sistema Científico Tecnológico Argentino desagregado por tipo de investigación<br />
fue: Investigación Básica 29.80%, Investigación Aplicada 43.73%, Desarrollo experimental 26.46%. A su<br />
vez, <strong>del</strong> total de gasto en I&D para la Argentina, el 72.27% lo efectuó el Estado, el 22.52% Empresas y el 5.21%<br />
otros. En línea. Disponible en: .<br />
114