La historia del diseño industrial reconsiderada
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Nuevos aportes en la teoría<br />
Dejamos expuesto que los productos de consumo masivo pueden y deben abordarse desde<br />
una mirada sostenible. Esto nos lleva al problema de los medios de producción y el mercado<br />
global actuales. Otra barrera a derribar en este sentido, es la componente negativa que la industria<br />
a gran escala ha adquirido –no sin sentido– de la mano de la creciente conciencia ambiental.<br />
Así como el diseñador no es el único responsable de las prácticas consumistas, ni puede<br />
modificar por sí solo los “estilos de vida”, como plantea Maldonado, la producción <strong>industrial</strong><br />
de hoy ofrece algunas buenas alternativas. Victor Margolin realiza un gran aporte al tema al<br />
indicar que “los avances tecnológicos de los procesos productivos y de las comunicaciones<br />
propician un buen campo de acción para el diseñador, que puede erigirse también como productor”<br />
202 . A su vez señala que “es posible redefinir la noción de industria artesanal, que gracias<br />
a las nuevas tecnologías, ya no se asocia con distribución local y artesanías” 203 . Esta lectura<br />
<strong>del</strong> nuevo escenario productivo y de distribución supone una mirada superadora de la dicotomía<br />
local-global y artesanal-<strong>industrial</strong>. Estos términos no se enfrentan sino que conviven y<br />
como explica Margolin, deben ser redefinidos. Ya no es posible pensar soluciones aisladas, de<br />
“retorno” hacia la naturaleza.<br />
William McDonough y Michael Braungart indican que intentar volver a producciones artesanales<br />
para satisfacer las demandas actuales atentaría incluso con las fuentes de alimentación<br />
mundial 204 . Su texto De la Cuna a la Cuna, Rediseñando la forma en que hacemos<br />
las cosas 205 , merece especial atención. Desde el lanzamiento <strong>del</strong> libro en 2002, sus<br />
autores se dedicaron a realizar consultorías e incluso lanzar el sistema de certificación<br />
ambiental Cradle to Cradle (C2C) basado en la evaluación multiatributo de un producto<br />
según: toxicidad de sus materiales, reutilización, manejo <strong>del</strong> agua y equidad social 206 . <strong>La</strong><br />
selección de estos atributos deja atrás la antigua idea de las 3R (reducir, reusar, reciclar)<br />
con las que se catalogaban los productos ecológicos introduciendo variables más complejas<br />
que operan sobre todo el Ciclo de Vida de los mismos.<br />
Braungart y McDonough definen como nutrientes técnicos a materiales y/o productos diseñados<br />
para volver a insertarse en ciclos técnicos de producción, al metabolismo <strong>industrial</strong> 207 en<br />
el que tuvieron lugar. Uno de los mayores aportes que hacen estos autores aparece en la introducción<br />
<strong>del</strong> concepto de producto de servicio 208 . Este es un gran cambio en la concepción tradicional<br />
<strong>del</strong> producto; si bien la noción Sistema-Producto aparece en el manual D4S, el producto<br />
de servicio propone cambios más radicales que sirven como punto de partida para nuevos<br />
abordajes <strong>del</strong> Diseño Industrial: automóviles, televisores, computadoras y frigoríficos, por ejem-<br />
202<br />
“[…] Esto se debe a algunos factores: la desmaterialización y reducción de costos en equipamiento necesarios para<br />
fabricar productos; la desmaterialización de algunos productos en sí a través de software y sitios web; materiales<br />
cada vez más resistentes y compactos; la posibilidad de crear prototipos electrónicos que pueden ser usados para<br />
solicitar financiamiento y estimular debates públicos; y la oportunidad que genera mercados de productos sin costo a<br />
través de herramientas electrónicas”. (Del original en inglés, Margolin,V. (2002). The Designer as Producer.<br />
203<br />
Una industria artesanal contemporánea puede usar la más avanzada tecnología y abordar el mercado global. (Margolin,V.<br />
(2002): The Designer as Producer.<br />
204<br />
“[…] Los materiales naturales para cubrir las necesidades de la población actual no existen ni pueden existir. Si<br />
varios miles de millones de personar quisieran prendas vaqueras de fibras naturales teñidas con tintes naturales, la<br />
humanidad tendría que destinar millones de hectáreas al cultivo <strong>del</strong> algodón e índigo, simplemente para satisfacer la<br />
demanda -y esas hectáreas son necesarias para la producción de alimentos”. (p. 38)<br />
205<br />
El enfoque de De la Cuna a la Cuna busca asimilar los procesos técnico-productivos con un sistema biológico cíclico<br />
(p. 87) de la naturaleza, en donde nada se descarta y los desechos -residuos y objetos en desuso- pueden servir como<br />
“alimento” para nuevos procesos. Esta analogía encuentra gran aceptación en el ámbito productivo y las empresas<br />
internacionales adoptan estos preceptos porque también en esta idea de basura=alimento aparecen oportunidades<br />
de innovación y mejor competitividad en los mercados.<br />
206<br />
Se puede consultar una lista de productos certificados en .<br />
207<br />
McDonough, W. y Braungart, M. (2003-2005): p. 103.<br />
208<br />
McDonough, W. y Braungart, M. (2003-2005): p. 105.<br />
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