La historia del diseño industrial reconsiderada
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En el análisis de tendencias en <strong>diseño</strong> no se trata de inventar un escenario posible de un<br />
estilo hegemónico en el futuro; sino de analizar las características morfológicas, tipológicas,<br />
tecno-constructivas y el contenido simbólico de las que se valdrán los productos que resulten<br />
más exitosos en el mercado. Generalmente esta hegemonía se estructura en relación a una<br />
contra-hegemonía. Rara vez hay solo una tipología o estilo dominante.<br />
En la película <strong>del</strong> director español Alex de la Iglesia Crimen ferpecto <strong>del</strong> año 2004; hay un<br />
giro <strong>del</strong> guión en el cual la protagonista ejemplifica en clave de comedia una visión cruzada de<br />
la tendencia y la innovación en <strong>diseño</strong> de modas.<br />
Estas reflexiones suscitan los siguientes cuestionamientos: ¿cómo podrían los diseñadores<br />
transmitir valores culturales si no conocen de qué cultura provienen o en qué cultura viven?<br />
Justamente por esa razón, resulta fundamental para el desarrollo sostenible de las sociedades,<br />
concientizar y dar herramientas a los futuros diseñadores para el estudio de la<br />
<strong>historia</strong> de los objetos.<br />
Ser diseñador <strong>industrial</strong> hoy en día no redunda en la exclusividad para participar <strong>del</strong> <strong>diseño</strong><br />
y producción de objetos en el mundo contemporáneo. Por lo tanto, la formación debe atender<br />
fuertemente a las implicaciones éticas, políticas y ecológicas <strong>del</strong> hacer profesional. El diseñador,<br />
en su papel de mediador entre tecnología, necesidades y recursos, aparece como un fenómeno<br />
complejo y cambiante porque no trata problemas que son estáticos, sino dinámicos.<br />
Por eso, no puede aparecer en la <strong>historia</strong> como un fenómeno aislado, sino que forma parte de<br />
una cultura en tanto síntesis de todos aquellos eventos tecnológicos y productivos, provenientes<br />
de los ámbitos letrados y <strong>del</strong> pensamiento, de la economía y la sociedad, que lo configuran<br />
permanentemente.<br />
<strong>La</strong>s <strong>historia</strong>s <strong>del</strong> Diseño Industrial<br />
A partir de este posicionamiento, podemos comprender que la <strong>historia</strong> <strong>del</strong> <strong>diseño</strong> <strong>industrial</strong>,<br />
así como cualquier otro tipo de narrativa que se articule en un dispositivo 211 , es manipulable, en<br />
el mejor de los sentidos. Al contrario de lo que la tradición académica nos dice, no hay un solo<br />
devenir de los hechos históricos ni estos son finitos.<br />
Los objetos son portadores de mensajes semánticos que nos cuentan aspectos<br />
relacionados con la idiosincrasia de una sociedad en cada momento histórico, y<br />
la <strong>historia</strong> que los entrelaza de manera particular guarda asimismo un propósito.<br />
Los mensajes y contenidos condensados en los proyectos y productos de cada<br />
época conllevan mensajes y contenidos que acarrean una peculiar visión <strong>del</strong><br />
mundo y de la vida social (Campi i Valls, 1987)<br />
A través de los objetos podríamos leer e interpretar, con nuestra propia intencionalidad<br />
consciente o inconsciente, cómo se desarrolla y estructura una sociedad. Más precisamente, lo<br />
que podemos abordar son los distintos momentos de la concepción y vida <strong>del</strong> objeto para en-<br />
211 Algunos ejemplos de dispositivos entendidos dentro <strong>del</strong> paradigma foucaultiano podrían ser un libro, un video, un<br />
museo o las góndolas de un hipermercado.<br />
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