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Desarrollo infantil y competencias<br />
en la Primera Infancia<br />
La observación<br />
Buena parte de la cotidianidad se va en observar<br />
lo que los otros hacen alrededor de nosotros. Sin<br />
embargo, es necesario que los adultos prestemos<br />
suficiente atención cuando interactuamos o conversamos<br />
con los niños o cuando juegan e interactúan<br />
con sus pares. La observación de los niños, permitirá<br />
que nos demos cuenta que “frecuentemente<br />
manifiestan ideas y maneras de ver el mundo que<br />
nos parecen curiosas, sorprendentes y para nosotros,<br />
hasta incomprensibles”.<br />
Para qué observar<br />
Los niños tienen formas muy originales de ver la<br />
realidad que no coinciden con las de los adultos,<br />
relacionadas con la manera de pensar, de entender<br />
y vincularse con las personas y los objetos que<br />
los rodean y de sentir y expresar sus emociones;<br />
por esto, debemos observarlos para conocer y<br />
comprender cómo piensan, sienten y entienden el<br />
mundo y poderlos orientar.<br />
usada por todos, resulta necesario señalar que hay<br />
una gran diferencia entre la observación cotidiana y<br />
la observación de los niños para conocerlos con el<br />
fin de poderlos orientar de acuerdo con sus logros y<br />
dificultades. Observar a los niños exige formular un<br />
propósito y preguntas que orienten la observación y<br />
ayuden a alcanzar el fin planteado.<br />
Por ejemplo, al inicio del año, cualquier agente educativo<br />
está aprendiendo a conocer quiénes son los<br />
niños que tiene bajo su cuidado. Este es el propósito<br />
que se fija para observarlos y decide hacerlo durante<br />
el refrigerio, cuando los niños están más tranquilos.<br />
Entonces se formula las siguientes preguntas:<br />
¿Qué les gusta comer? ¿Comen lo que les sirven o<br />
por el contrario dejan la comida? ¿Mientras come,<br />
cuáles niños charlan con los compañeros? ¿Cuáles<br />
siguen normas sencillas para la mesa, como:<br />
no hablar con la boca llena, no regar los alimentos<br />
fuera del plato, etc.? Otras serían las preguntas si<br />
los observa cuando están jugando o pintando. Las<br />
respuestas que obtenga deben quedar registradas,<br />
de lo contrario, con el cúmulo de responsabilidades<br />
que tiene, pronto olvidará lo que observó.<br />
Los agentes educativos cuentan con un instrumento<br />
natural muy potente, usado por todos para<br />
comprender el mundo: la observación. Sin embargo,<br />
aunque nos referimos a ésta como algo natural,<br />
Por supuesto, no puede observar a todos los niños<br />
desde la primera vez; entonces se pone como meta<br />
observar día a día un grupo pequeño de niños hasta<br />
completarlos a todos. Pero con el grupo en general<br />
debe tratar de hacerlo en el mismo momento y<br />
tratando de responder preguntas similares que le<br />
permitan conocer algo de cada uno.<br />
La utilización de la observación como instrumento<br />
para conocer a los niños se puede comparar con la<br />
imagen de una foto. Pero para que la observación<br />
se asemeje a una foto, se requiere que quien observa<br />
sea lo más objetivo posible y a su vez, actúe<br />
en forma natural. Es decir, para realizar una buena<br />
observación se requiere que quien observa adopte<br />
una actitud abierta, desprevenida y libre de juicios<br />
para aprender sobre lo observado; igualmente, que<br />
la situación observada sea real y no sea manipulada<br />
por el observador.<br />
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