EDUCACION - bibliotecas morelos
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Bibliografía<br />
ocrnvt GULLAT<br />
AuaaGNANO , Ni.: hrtrodueeión al ex%stencialismo , Ed. Fondo de Cultura Económica,<br />
?México.<br />
G,l11Us, A.: L'honm:e r-evolté, Ed. Gallimard, Paris.<br />
Qitoot: F_I pensonrientu c istencialista, lid. Montaner y Simón, Barcelona.<br />
D ELPGAAUm, B. Qué es el exsteneinlismo, Ed. Carlos Lohlé, Buenos Aires.<br />
Fe ULo UI[`:, P.: El exisiencinlisnzo, Ed. Oikos-Tau, Barcelona.<br />
FuLLAL, O.: La moral atea de Aiberi Camus, lid, Pubul,<br />
Jomvos, E.: Las cloctrinas existencialistas desde Kierkegaard a Sartre, Ed.<br />
Gredos, Madrid.<br />
KIERKEGAARD, S.: El concepto de la angustia, Ed. Espasa Calpe, Madrid.<br />
MA2ceL, G-: Diario metafísico, Ed- Guadarrama, Madrid.<br />
MERLEAU-PONTY, M-: liun:anisme el terreur, Ed. Gallimard, Paris.<br />
MoLNIER, E.: Introducción a los existencialismos, Ed. Guadarrama, Madrid.<br />
SARTRE, J- P,: El existencialismo es un humanismo, Ed. Huáscar,<br />
L'Anthropologie, en Situations rx, Ed. Gallimard, Paris.<br />
UNAMUNO, M.: Del sentimiento trágico de la vida, Ed. Espasa Calpe, Madrid.<br />
WAEL, J.: Las filosofias de la existencia , Ed. Vergara, Barcelona.<br />
18 - EL HOMBRE COMUNISTA<br />
La paternidad marxista<br />
Karl Marx nació en la ciudad prusiana de Tréveris. Era primavera Le><br />
tor de Kant y de Fichte. Fue un romántico, sobre todo en sus inicios. Se<br />
adhirió muy pronto a los hegelianos de izquierda. Su tesis doctoral tra;ó<br />
un tema filosófico; defendió dicha tesis en 1841.<br />
La pluralidad, en ocasiones contradictorias, de interpretaciones de los<br />
escritos de Marx deja al descubierto la dificultad interna de los mismos-<br />
Aun en vida, el propio Marx ante algunas hermenéuticas que se hacían de<br />
su obra proclamó que él no era marxista. Lenin, Bernstein, Trotsky, Stalin<br />
-para poner unos nombres- han realizado lecturas harto distantes, unas<br />
de otras, de idéntica producción literaria marxiana.<br />
No nos está ya permitido leer las obras de Marx virginalmente como<br />
si se tratara del primer vistazo; llegamos forzosamente con las manos sucias.<br />
No sé da nunca un saber objetivo de la realidad -aunque se trate del<br />
pensamiento de Marx impreso en unos papeles-; no queda otra salida,<br />
pues, que, cuando nos ponemos a conocer un «objeto', éste se llegue a nosotros<br />
como «objeto conocido» y no como simple objeto. Conocer es inte-pretar,<br />
ordenar y, de alguna manera, crear. En el caso de Marx, además, no<br />
Sólo lo alcanzamos interpretándolo, sino que nos llegamos a él -o él se nos<br />
viene a nosotros- a través de otras previas interpretaciones. Y como resol<br />
ta que éstas son múltiples, empezamos con la perplejidad y la zozobra. No<br />
se ha dado en la historia un desarrollo ligeal y único de Karl Marx, sino<br />
plural; nos encontramos frente a varios marxismos y todos ellos en evolución.<br />
No nos referimos solamente a los más vistosos como pudieran ser la<br />
interpretación china, o la soviética, o la cubana -la primera-, o la Svgoslava,<br />
o la italiana, o la checoslovaka de Dubcek, sino a procesos de mayor<br />
recato y menos públicos.