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EDUCACION - bibliotecas morelos

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1U11 u111 ULIüUUa<br />

17,1 ocrAVt rrtWAt<br />

nivelador ele la escuela. La sociedad continúa dividida en grupos y en clases.<br />

La institución escolar, para q Igu nos, lia relevado a la institución Iglesia<br />

(ti su tarea de Iransmisión cultural, ideológica, intentando también con tal<br />

lama prolongar la sociedad burguesa y el sistema capitalista de producción.<br />

l3sta nueva función de la escuela se resunlria con la siguiente expresión:<br />

«la lucha de clases masita por el organismo escolar». Tal institución ha<br />

dejado (le ser un «no urnds land» ideológico, hallándose al servicio de grupos<br />

Sociales IEn otrrs palabras aquello de la «escuela neutra» es un monstru)so<br />

irlol1 un chiste de mal gusto- La institución escolar disimula la realidad,<br />

dando gato por liebre, inculcando la competición, el egoísmo, y tambicn<br />

la esigaación c l:t pasividad, haciendo creer por otra parte a las gentes<br />

rr.c aporta la salvación t la libertad (le las sociedades y de los individuos<br />

qur cn ellas moran- Cicnanrente, enseña saberes indispensable, pero<br />

sao sor ;t itrrve el cebo riel anzuelo Luídico. Para colmo de males, la escuela<br />

{ea"; por ser la iustitueióo social particularmente, apta para consolidar la<br />

c rviSión de la soci daci en clases. Por esta razón se negará a los padres el<br />

Entieso derecho de eleulr centro escolar para sus hijos y el derecho a orientación<br />

pro fe so mal; tales derechos son mecanismos para perpetuar las cla-<br />

ses sociales<br />

Se objetará que la escuela también promociona individuos de clases<br />

pobres, proporcionándoles el arrea del saber. A lo cual responden que la<br />

escuela no da nunca susodicha arma a la clase obrera, sino a determinados<br />

individuos de la clase, obrera, los cuales por el solo hecho de estar en posesión<br />

de tal saber dejan de ser miembros de la clase obrera.<br />

Ante esta literatura -que debe ser adjetivada de abiertamente contunc!ente<br />

uno nota en su entraña el impulso de rechazar la escuela; pero<br />

se trata de un impulso primario, fruto de no matizar y de no darle vueltas<br />

a, lo [ciclo. Por lo pronto, no siempre el aparato científico-positivo (análisis<br />

sociológico) que debe probar los anteriores asertos es suficientemente válido.<br />

Pu ocasiones, tales estudios son más ejemplos o muestras a favor de tesis<br />

dogmáticas que análisis rigurosamente científicos que permitan correctamente<br />

la universalización. Aparte (Inc en tales menesteres la cantidad de<br />

variables es tal que, según como se plantee la cuestión, hasta la simple enumeraeiuu<br />

exhaustir-a de las mismas se nos escapa- Queremos decir que no<br />

es fácil la veriñeaciun científica de tales hipótesis. A pesar de ello, conviene<br />

admitirlas con tal que se deje un hueco a las iniciativas de maestros, profesores<br />

v ele otras personas, los cuales permiten el nacimiento de procesos<br />

enseñante-educativos iuucho menos pcsim islas. Y el optimismo fuera todavía<br />

mayor si los enseñ artes anduvieran tan preocupados por los ternas educativos<br />

corto lo están por los laborales.<br />

El mars isuto }' el anarquismo üan ensayado también la salvación pública<br />

a través (le 1,! csarc[¡t Uno c otro consideran que la supresión de<br />

ciases sociales posib}lita el nao imlent0 de una escuela salvífica; ésta a su<br />

tez asada a consumar lit supresión de clases en el seno de una sociedad. No<br />

se con.`unda, sin embargo, el modelo escolar marxista-leninista con el mociclo<br />

escolar anarquis [a I quin, en Los sindicato c, la situación actual (r) sos-<br />

d ns ine,l Stos ra 1reei0n Onr.^ r omo 32, pág. 12 - Ed. Sociales.<br />

rttosorLAs ora LA LnncACtóe 173<br />

tiene que un sindicato es una escuela, asignándole parecidas tareas, le_<br />

relación pedagógica quedará establecida básicamente a partir c-l par die-u<br />

«sindicato-educanic» y también desde el `esquema «partido-eduaate e; enea<br />

esquema se constituye en paralelo del papel educador tanto sirdicai corta<br />

de partido.<br />

La relación educativa entre sindicato y partido por un lady v masa r<br />

trabajadores, por otro lado, es una relación deseen Gente ec ;a ese .,ele'-.<br />

aunque admita florilegios ascendentes en su relleno La libertas de la base<br />

la de los educandos, es una libertad encorsetada -t 26, p. 430- El partiG=<br />

juega siempre un papel dirigente: «organiza controla fu -a el o-,<br />

so» -La enfermedad infantil del comunismo, /1 . Los educar-les _-toca:<br />

qué les conviene: «Nuestro Partido es el intérprete consciente d: un p-oses.<br />

i nconsciente» -Un pas en avant, deux pas en arriere, p. 54-. La solo- eccandes,<br />

desprovistos del apoyo magistral de los educadores -.s mierbrzt<br />

del partido--, son incapaces de progresar en su humanización. Ls clase obrera,<br />

educanda por antonomasia, sólo puede superar su espontant'.dad sin 1<br />

toro si se deja impulsar por el partido, el cual constituye el ei_--;ente co l<br />

ciento de la antropogénesis -¿Qué hacer?, II a-. El Partido, clameara edcador<br />

del ploretariado, constituye la vanguardia y la conciencia de l s ti——<br />

bajadores, los cuales son el elemento educando -t. é, p. 526.<br />

El esquema leninista, como se ve, establece una diferencia -atable entra<br />

fuerzas educadoras y elementos educandos. «La clase obrera, escribe Leni_.<br />

tiene necesidad de autoridades». La perspectiva anarquista sobre la educación<br />

se halla en las antípodas de la tnarxista-leninista De elle tuvo plena<br />

conciencia el propio Lenin. Una y otra perspectiva, no obstante concuerda_<br />

en la defensa de que una escuela realmente salvadora sólo puede exísrir muna<br />

sociedad que ha eliminado las clases sociales. Una y otra, también, co-ceden<br />

cierto valor incitante a la escuela en vistas a la igualacian de la saciedad.<br />

Liquidación de la escuela<br />

«¿No sería mejor suprimir la escuela?». El lector se creerá ste un apartado<br />

surrealista, onírico. Une société sans école, de Iván Illich, abancona 'a<br />

enseñanza institucionalizada, que considera esclavizarte, para dedicrse i<br />

la educación liberadora prescindiendo de toda instrumentación e=colar. Cuando<br />

parece obligado predicar el valor de la escuela -de los do- a los vei-ticineo<br />

años, desde preescolar hasta el doctorado- F todos se cruet-r-=n dr<br />

mando que la escuela debe alcanzar hasta al más desheredad:. cu .-_do<br />

critica la insuficiencia de las inversiones públicas en la enseñanza- .. no :s<br />

de extrañar que quedemos sorprendidos ante alguien que pub-ca u:- ]lb--:<br />

nada menos que para eliminar la institución escolar en bloque<br />

Ni total acuerdo con Illich, ni desacuerdo absoluto. Encano- su a:titeiconoclasta<br />

-aquí el icono es la escuela- por lo que vosee da _st ir.ulantc<br />

para el intelecto. La fábrica escolar se ha convertido co un elez_nre o:itic.<br />

en algo incuestionable en cuanto a su substancia genérica; se c_cuti- Si u<br />

escuela tiene que ser de uno u otro modo, pero se respetará no faltara<br />

más! - la substancia escuela. Illich ataca, en cambio a la eseue e en st re,-

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