En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
A partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos años o dos años y medio el niño empieza a observar con<br />
cierto interés las activida<strong>de</strong>s que realizan otros <strong>de</strong> su misma edad. Empieza a<br />
percibir que a esas "personitas" <strong>de</strong> su mismo tamaño no sólo le une la estatura,<br />
sino muchas cosas más: les interesa "su juguete", le hablan con su misma<br />
"lengua <strong>de</strong> trapo", lloran como él y reclaman también a sus mamas... así que<br />
"algo <strong>de</strong> interesante tendrán".<br />
Sin embargo, en esta edad, están todavía lejos <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra interacción.<br />
No son capaces <strong>de</strong> mantener juegos cooperativos y no están dispuestos a<br />
compartir sus juguetes. Su actividad sigue siendo individual, aunque la realizan<br />
en paralelo con otros <strong>niños</strong> <strong>de</strong> forma que unos imitan <strong>los</strong> juegos <strong>de</strong> <strong>los</strong> otros.<br />
Habitualmente, el niño ciego ha permanecido más apegado a sus padres, y a<br />
otros adultos allegados a la familia. <strong>En</strong> general la relación con otros <strong>niños</strong> ha<br />
estado más limitada, aunque cuando hay hermanos, primos, vecinos... la<br />
interacción con <strong>los</strong> iguales se facilita mucho.<br />
La falta <strong>de</strong> visión dificulta cualitativamente la comunicación gestual, la<br />
observación y la imitación, que tanto peso tienen, en esta edad, en la relación<br />
con <strong>los</strong> iguales. Estas dificulta<strong>de</strong>s se hacen especialmente patentes en esta<br />
etapa, en que el lenguaje es todavía incipiente y la movilidad gran<strong>de</strong>.<br />
El niño ciego tiene más dificulta<strong>de</strong>s para i<strong>de</strong>ntificar a <strong>los</strong> otros y reconocer a<br />
cada uno por su voz; saber dón<strong>de</strong> están; elegir con quiénes quiere jugar y<br />
dirigirse hacia el<strong>los</strong>; saber a qué están jugando y cómo se juega... Pero<br />
lógicamente, él también necesita relacionarse con sus iguales. Por ello, hemos<br />
<strong>de</strong> estar más pendientes en este período en el que se le presentan<br />
experiencias interesantes, pero que entrañan a la vez dificulta<strong>de</strong>s.<br />
Es normal que <strong>los</strong> adultos, y particularmente <strong>los</strong> padres, vivan estos momentos<br />
con <strong>de</strong>sazón al percibir la diferencia <strong>de</strong>l niño con respecto a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, y las<br />
dificulta<strong>de</strong>s que van a suponer para él estos primeros pasos hacia la vida en<br />
sociedad. Este temor es normal, pero po<strong>de</strong>mos en alguna medida allanar al<br />
niño este camino. Durante un tiempo, <strong>los</strong> adultos más próximos, <strong>de</strong>bemos estar<br />
disponibles para hacer <strong>de</strong> mediadores entre él y sus compañeros. Sin duda, la<br />
escuela favorece también este proceso.<br />
Inicialmente, po<strong>de</strong>mos facilitar situaciones <strong>de</strong> juego con un solo niño. Por<br />
ejemplo, jugar a rodar un balón <strong>de</strong> chapas entre el<strong>los</strong>, cantar juntos una<br />
canción o contarles un cuento... Más a<strong>de</strong>lante, pue<strong>de</strong> ir ampliándose el número<br />
<strong>de</strong> <strong>niños</strong>, facilitando así su incorporación al grupo.<br />
Puesto que en muchas situaciones sociales el niño ciego estará en una<br />
situación <strong>de</strong> cierta <strong>de</strong>sventaja, es conveniente buscar juegos en <strong>los</strong> que pueda<br />
sentirse cómodo. Así, po<strong>de</strong>mos organizar corros sencil<strong>los</strong>, juegos <strong>de</strong> piscina<br />
con otros <strong>niños</strong>, turnos para <strong>de</strong>slizarse por un tobogán, parejas para subirse a<br />
columpios o balancines...<br />
Más a<strong>de</strong>lante también tendrá que asumir que hay algunas cosas que no va a