En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
En los zapatos de los niños ciegos - Servicio de Información sobre ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
po<strong>de</strong>r hacer por su <strong>de</strong>ficiencia visual, aunque ello no le impedirá encontrar<br />
otras con las que disfrutar, <strong>de</strong>sarrollarse y tener amigos con <strong>los</strong> que compartir<br />
intereses.<br />
El lenguaje oral predomina <strong>sobre</strong> cualquier otra forma <strong>de</strong> comunicación<br />
gestual<br />
Hacia <strong>los</strong> tres años el lenguaje <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>niños</strong> <strong>ciegos</strong> es bastante similar al <strong>de</strong> sus<br />
compañeros vi<strong>de</strong>ntes. Mantienen conversaciones relativamente largas y utilizan<br />
frases complejas.<br />
No obstante, <strong>los</strong> <strong>niños</strong> sin visión suelen emplear más <strong>de</strong>scripciones verbales<br />
<strong>sobre</strong> lo que están haciendo o lo que van a hacer, reclaman y preguntan más a<br />
<strong>los</strong> adultos y, en general, disfrutan mucho con la comunicación verbal.<br />
Es habitual que muchas <strong>de</strong> las preguntas que hacen no esperen respuesta. No<br />
es extraño que un niño ciego pregunte para reclamar nuestra atención. Por<br />
ejemplo, si no sabe qué hacer o dón<strong>de</strong> estamos. <strong>En</strong> estos casos es mejor<br />
tranquilizarle, y <strong>de</strong>scubrir para qué nos necesita, que dar sucesivas respuestas<br />
a una retahíla <strong>de</strong> preguntas que en realidad no pue<strong>de</strong> asimilar. Otras veces lo<br />
que necesita es calmarse. Por ejemplo, porque le ha asustado un ruido o<br />
porque no sabe bien qué va a pasar cuando llegue al cumpleaños <strong>de</strong> un<br />
compañero al que ha sido invitado. Por último, a veces, preten<strong>de</strong> realmente<br />
obtener información. Los <strong>niños</strong> sin visión necesitan frecuentemente preguntar<br />
muchas cosas que <strong>los</strong> <strong>niños</strong> vi<strong>de</strong>ntes comprueban por sí mismos. <strong>En</strong> este caso<br />
es a<strong>de</strong>cuado respon<strong>de</strong>r a sus preguntas, teniendo siempre en cuenta que<br />
<strong>de</strong>bemos dar una información asequible para su edad y cuidando en lo posible<br />
que la información tenga un correlato experiencial o pueda ser al menos<br />
integrable en su mundo <strong>de</strong> experiencias.<br />
Todas estas situaciones resultan comunes y naturales entre <strong>los</strong> <strong>niños</strong> con<br />
<strong>de</strong>ficiencias visuales graves. Ahora bien, cuando las preguntas no tienen<br />
ninguna finalidad o carecen <strong>de</strong> sentido o, al menos, nosotros no alcanzamos a<br />
dárselo, pue<strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> alguna señal <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo o <strong>de</strong> que<br />
algo no marcha bien.<br />
Es también posible que se dé un cierto retraso en el empleo correcto <strong>de</strong><br />
pronombres personales, posesivos o <strong>de</strong>mostrativos que impliquen formas<br />
verbales distintas en función <strong>de</strong>l sujeto que hable. Por ejemplo, es muy común<br />
que un niño sin visión diga, hacia <strong>los</strong> dos años y medio y refiriéndose a sí<br />
mismo: "dáselo" en vez <strong>de</strong> "dámelo"; o que utilice incorrectamente <strong>los</strong><br />
pronombres que implican referencias espaciales como: "este", "ese", "aquel".<br />
Sin embargo, cuando no hay alteraciones significativas, la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>niños</strong><br />
<strong>ciegos</strong> emplean correctamente <strong>los</strong> pronombres antes <strong>de</strong> <strong>los</strong> tres años.<br />
Existe a<strong>de</strong>más una dificultad específica en la adquisición <strong>de</strong>l lenguaje en <strong>niños</strong><br />
sin visión: el impedimento para aludir a un referente, el que media entre el<br />
significante y el significado. Esto es, cuando un adulto pone palabra a un objeto<br />
o acción mira a la vez a ese objeto y cuando el niño lo mira también, lo nombra,<br />
emparejando así consistentemente el símbolo y lo simbolizado, al menos en <strong>los</strong>