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Van Vogt, Alfred. E - Slan.pdf

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»Por lo que sabemos, muy pocos de estos nacimientos anormales fueron iguales. La<br />

mayoría fueron horribles fracasos y sólo se producía alguna rara perfección. Incluso éstos<br />

se hubieran perdido si Lann no los hubiese reconocido como lo que eran. La naturaleza<br />

se basaba en la ley de la proporcionalidad. No existía un plan preconcebido, y lo ocurrido<br />

parecía ser simplemente una reacción de las numerosas presiones intolerables que<br />

enloquecían a los hombres, porque ni sus mentalidades ni sus cuerpos eran capaces de<br />

soportar la moderna civilización. Estas presiones eran más o menos similares, es<br />

comprensible que muchos de los remiendos operados por la naturaleza tengan cierta<br />

semejanza entre sí, sin ser semejantes en detalle.<br />

»Un ejemplo de la enorme fuerza de este flujo biológico y también de la unidad<br />

fundamental del hombre - prosiguió Kier Gray -, queda visible en el hecho de que casi<br />

todos los nacimientos slans que se produjeron durante los primeros siglos fueron trillizos<br />

o, por lo menos, mellizos. Hoy se producen muy pocos partos múltiples. El hijo único es la<br />

regla general, la marea se ha retirado. La parte que tomaba la naturaleza en el mundo ha<br />

cesado, sólo queda la inteligencia para llevarla adelante. Y aquí fue cuando se presentó la<br />

dificultad.<br />

»Durante aquel período sin nombre, los slans eran cazados como bestias salvajes. Es<br />

imposible hallar hoy un paralelo de la ferocidad de los seres humanos contra el pueblo a<br />

quien consideraban responsable del desastre. Era imposible organizarse efectivamente.<br />

Nuestros antepasados lo intentaron todo; lugares subterráneos ocultos, amputación<br />

quirúrgica de los tentáculos, substitución de sus corazones humanos por los nobles<br />

corazones slan, empleo de falsa piel sobre los tentáculos. Pero todo resultó inútil.<br />

»La sospecha era más veloz que toda resistencia. Los hombres denunciaban a sus<br />

vecinos y los sometían a un reconocimiento médico. La policía operaba «razzias» por la<br />

más vaga sospecha. La dificultad mayor eran los nacimientos. Incluso cuando los padres<br />

habían conseguido adoptar un disfraz hábil, la llegada del chiquillo era siempre un período<br />

de inmenso peligro, y con excesiva frecuencia comportaba la muerte del padre, madre y<br />

chiquillo. Gradualmente se veía que la raza no podía sobrevivir. Los diseminados restos<br />

de los slans se concentraron finalmente en sus esfuerzos por controlar la fuerza de<br />

transformación. Finalmente encontraron la manera de dar forma a las grandes moléculas<br />

que forman el mismo génesis que resultó ser la materia embrionaria de la vida que<br />

controla los «genes», mientras éstos a su vez controlan la forma de los órganos y del<br />

cuerpo.<br />

»Sólo faltaba pasar a la experimentación, que requirió doscientos precarios años. No<br />

podían correrse riesgos con la raza, pese a que los individuos arriesgaban su vida y su<br />

salud. Finalmente descubrieron la forma, cómo los grupos complejos de moléculas podían<br />

controlar la forma de cada órgano para una o varias generaciones. Que se alterase la<br />

forma de este grupo y el órgano afectado se transformaba, para reaparecer nuevamente<br />

en una generación posterior. Y así modificaron la estructura básica del slan, conservando<br />

lo que era bueno y tenía un valor de supervivencia, eliminando lo que había resultado<br />

peligroso. Los «genes» que controlaban los tentáculos fueron alterados, transfiriendo la<br />

facultad de leer los pensamientos al cerebro, pero asegurándose de que esta facultad no<br />

aparecería durante muchas generaciones.<br />

Cross lo interrumpió con un profundo suspiro.<br />

- ¡Un momento! Cuando empecé a ir en busca de los verdaderos slans la lógica me<br />

decía que se habían infiltrado entre los slans enemigos. ¿Tratas acaso de decirme que los<br />

slans sin tentáculos podrían eventualmente ser los verdaderos slans?<br />

- En menos de cincuenta años tendrán la facultad de leer los pensamientos - respondió<br />

Kier Gray como dando la cosa por descontada , si bien esta facultad estará durante algún<br />

tiempo localizada en el interior de la mente. Paulatinamente, desde luego, aparecerán los<br />

tentáculos. No hemos descubierto todavía si podemos o no hacer un cambio permanente.

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