12.05.2013 Views

Van Vogt, Alfred. E - Slan.pdf

Van Vogt, Alfred. E - Slan.pdf

Van Vogt, Alfred. E - Slan.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nave, ejerciendo su espantoso poder sobre la misma estructura de los átomos hasta que<br />

el pie de espesor de las paredes de la larga y afilada máquina alcanzaron una frágil<br />

resistencia.<br />

Necesitó algunas semanas para analizar las placas de antigravedad con sus<br />

vibraciones eléctricamente producidas y fabricar un duplicado que, con fina ironía, dejó en<br />

el túnel, porque era gracias a ellas que los detectores de los slans enemigos operaban.<br />

Era mejor que siguiesen creyendo la nave allá.<br />

Durante tres meses trabajó como un esclavo y entonces, a finales de una fría noche de<br />

octubre, la nave retrocedió seis millas por el túnel sobre un lecho inclinado no resistente a<br />

la fuerza atómica y se lanzó a una neblina de helada lluvia.<br />

La lluvia se convirtió en ventisca, después en nieve; poco después se encontraba en<br />

las nubes, fuera de las mezquindades de la Tierra. Sobre él, el vasto dosel de los cielos<br />

relucía con sus millares de estrellas que se inclinaban al paso de su nave sin par. Allí<br />

estaba Sirio, la joya más brillante de aquella diadema, y allí estaba Marte, en rojo. Aquél<br />

era sólo un corto viaje de exploración, un cauteloso viaje a Luna, un vuelo de prueba para<br />

procurarse aquella indispensable experiencia que su lógica usaría para la larga y<br />

peligrosa exploración que cada mes de su infructuosa búsqueda que pasaba hacía ser<br />

más inevitable. Algún día tendría que ir a Marte.<br />

Debajo de él la mancha borrosa de un globo envuelto en la noche iba alejándose. En<br />

un extremo de esta masa un resplandor de luz haciéndose mas brillante y, súbitamente,<br />

su contemplación de la maravilla del sol fue interrumpida por el sonido de un timbre de<br />

alarma. Un punto luminoso aparecía y desaparecía de una forma discordante en su placa<br />

de visión. Desacelerando a toda velocidad observó la posición cambiante de la luz.<br />

Súbitamente, desapareció, y allí, en el extremo limite de la visión, había una nave.<br />

La nave no avanzaba directamente hacia él. Iba agrandándose, era ya claramente<br />

visible un poco más allá de la sombra de la Tierra, bajo el pleno resplandor del Sol. Era<br />

una construcción de trescientos metros de liso y oscuro metal que pasó por su lado a<br />

menos de cien millas de distancia, se sumergió en las sombras y desapareció. Al cabo de<br />

media hora, el timbre de alarma se paró.<br />

Diez minutos después resonaba de nuevo. Una segunda nave aparecía más lejos,<br />

siguiendo un camino en ángulo recto con la trayectoria del primero. Era una nave mucho<br />

más pequeña, tipo destructor, y no seguía un rumbo fijo, sino que andaba como al azar,<br />

aquí y allá. Una vez hubo desaparecido, Jommy Cross lanzó su nave adelante, indeciso,<br />

casi amedrentado. ¡Una nave de guerra y un destructor! ¿Por qué? Parecía indicar una<br />

patrulla. Pero ¿contra quién? Seguramente no contra seres humanos. No sabían tan sólo<br />

que existiesen ni los slans sin tentáculos ni sus naves.<br />

Moderó la marcha, se detuvo. No estaba todavía en condiciones de tropezar con una<br />

patrulla de naves de guerra bien armadas. Cautelosamente hizo virar su nave y a mitad<br />

del viraje vio un pequeño objeto negro, como un meteorito que se dirigía hacia él:<br />

En un instante se apartó. El objeto cambió de dirección hacia él, como un monstruo del<br />

espacio. Era una especie de bola redonda, de metal oscuro como de algo menos de un<br />

metro de diámetro. Jommy trató desesperadamente de apartar su nave de su trayectoria,<br />

pero antes de que pudiese conseguirlo se produjo una ensordecedora explosión.<br />

Cayó al suelo. Permaneció aturdido, confuso pero vivo, casi extrañado de que aquellas<br />

paredes hubiesen resistido el golpe casi intolerable. La nave caía con una espantosa<br />

aceleración. Haciendo un esfuerzo se incorporó y consiguió sentarse delante de los<br />

controles. ¡Había chocado con una mina!<br />

¡Una mina flotante! Qué aterradores precauciones había allí? ¿Contra quién?<br />

Dirigió cautelosamente la averiada, casi inutilizada nave hacia un túnel que bajo el río<br />

que cortaba el rancho de Granny, penetraba en el corazón de un pico montañoso libre del<br />

agua que serpenteaba en torno a él. No podía ni aventurar una suposición del tiempo que<br />

tendría que permanecer escondido allí. Las paredes exteriores de la nave eran

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!