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- He visto algunos de estos monstruos - asintió Johanna Hillory -. Fracasos, desde<br />
luego, fracasos todos ellos.<br />
Jommy Cross se sentía terriblemente impresionado. Todo lo que durante tanto tiempo<br />
había creído, creído apasionadamente y con orgullo, se derrumbaba como un castillo de<br />
naipes. Las horrendas mentiras no eran tales mentiras. Los seres humanos estaban<br />
sosteniendo una maquiavélica lucha, casi inconcebible por su inhumanidad. Se dio cuenta<br />
de que Johanna Hillory seguía diciendo:<br />
- Tengo que confesar, a pesar de mi convicción de que el consejo ordenará tu muerte,<br />
que los puntos que has suscitado constituyen una situación peculiar. He decidido hacerte<br />
comparecer ante ellos.<br />
Jommy necesitó mucho tiempo para compenetrarse con el sentido de las palabras, que<br />
produjeron un gran alivio a sus nervios. Era como un peso insoportable que se elevase,<br />
se elevase... Finalmente tenía lo que tan desesperadamente deseaba: tiempo, tiempo...<br />
Que le diesen tiempo, y el azar podía prepararle un escape... Se fijó en la muchacha que<br />
se acercaba cautelosamente al cuadro de instrumentos. Produjo un leve ruido apretando<br />
un botón. Sus palabras llegaron a las alturas donde se habían remontado sus esperanzas<br />
y en el acto rodaron por el suelo.<br />
- ¡A todos los miembros del Consejo!... ¡Urgente!... Conectar con 7431 para juzgar<br />
inmediatamente un caso slan especial...<br />
¡Juzgar inmediatamente! Se reprochó haber tenido esperanzas. Hubiera debido pensar<br />
que no tendrían necesidad de hacerlo comparecer físicamente ante el Consejo, cuando su<br />
ciencia de la radio suprimía todos los peligros de tal demora. A menos que los miembros<br />
del Consejo tuvieran una lógica diferente de la de Johanna Hillory, estaba perdido.<br />
El silencio de espera que siguió fue más aparente que real. Se oía el continuo y<br />
palpitante zumbido de los cohetes, el débil silbido del aire contra la cubierta exterior, lo<br />
cual quería decir que la nave seguía navegando por la espesa atmósfera de la Tierra. Y<br />
había además el insistente chorro de pensamientos de Granny, combinándose todo para<br />
turbar el silencio.<br />
La impresión se hizo añicos. ¡Granny! ¡Granny activa, consciente, pensando! Johanna<br />
Hillory, al encontrarse al principio con la resistencia de Jommy y deteniéndose para<br />
interrogarlo antes de darle muerte, había dado tiempo a Granny de reaccionar del golpe<br />
que Johanna le había asestado en la cabeza para hacerle perder temporalmente el<br />
conocimiento y poder acercarse silenciosamente a él por detrás. Un golpe mortal hubiera<br />
producido una caída que hubiera resonado de una manera diferente a sus sensibles<br />
oídos. El desvanecimiento había sido de corta duración. La vieja granuja estaba despierta.<br />
Jommy abrió cuanto pudo su facultad de captación de ideas.<br />
- Jommy, nos va a matar a los dos, pero Granny tiene un plan. Haz una señal para<br />
decirme que me has oído. Golpea el suelo con el pie. Jommy, Granny tiene un plan para<br />
impedir que nos mate.<br />
Una y otra vez llegaba a su mente el insistente mensaje, nunca el mismo, siempre<br />
acompañado de extraños pensamientos e incontrolables digresiones. Ningún cerebro<br />
humano, tan mal educado como el de Granny, podía emitir una honda coherente de sus<br />
ideas. Pero el tema esencial era éste. Granny vivía. Granny se daba cuenta del peligro. Y<br />
Granny estaba dispuesta a cooperar hasta un extremo desesperado para evitar el peligro.<br />
Jommy comenzó a golpear distraídamente el suelo con el pie, más fuerte, más fuerte,<br />
un poco más levemente...<br />
«Granny oye»... captó. Se detuvo de golpear. Sus excitados pensamientos<br />
prosiguieron: «Granny tiene dos planes. El primero es hacer un fuerte ruido. Esto asustará<br />
a la mujer y podrás saltar sobre ella y Granny vendrá a ayudarte. El segundo plan es<br />
levantarse del suelo, meterse en la habitación donde estás, y abalanzarse sobre ella en el<br />
momento en que pase cerca de la puerta. Quedará sorprendida y en el acto puedes saltar<br />
y sujetarla.