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me parece prudente esperar a que hayan crecido. Podremos empezar los cruces de raza<br />
más tarde.»<br />
El 18 de agosto de 2090 dio: «Cada una de las chiquillas ha tenido trillizos. Maravilloso.<br />
A este promedio de reproducción el período en que el azar puede ser causa de su<br />
desaparición puede reducirse a un estricto mínimo. A pesar del hecho de que otros de su<br />
raza van apareciendo aquí y allá, estoy continuamente inculcando en ellos la creencia de<br />
que sus descendientes serán los futuros dueños del mundo.»<br />
Una vez hubieron regresado al despacho de Johanna, ésta miró a Cross y dijo:<br />
- Ya lo ves, ni hay ni ha habido nunca una máquina creadora de slans. Todos los slans<br />
son metamorfosis naturales. La mejor entrada en el palacio para tus propósitos - estalló<br />
súbitamente - está situada en la sección estatuaria, dos millas bajo tierra constantemente<br />
bajo una brillante iluminación, y exactamente bajo los cañones de la primera línea de<br />
fortificaciones. Patrullas de tanques y baterías de ametralladoras controlan las dos<br />
primeras millas.<br />
- ¿Y mi pistola? ¿Estaré autorizado a conservarla en Tierra?<br />
- No. El plan de transporte de los hombres que se parecen a ti incluye el desarme.<br />
Cross se dio cuenta de la mirada interrogadora que Johanna la dirigía y su frente se<br />
frunció.<br />
- ¿Qué clase de hombre es Kier Gray, según tus informaciones?<br />
- Enormemente capaz para ser un humano. Nuestros rayos X secretos lo han revelado<br />
como indiscutiblemente humano, si es esto lo que estás pensando...<br />
- En aquel tiempo pensé en ello, pero tus palabras confirman la experiencia de<br />
Kathleen Layton.<br />
- Nos hemos salido del camino - dijo Johanna Hillory -. ¿Qué hay de las fortificaciones?<br />
- Cuando el premio es considerable - respondió él tristemente -, los riesgos tienen que<br />
ser equiparados a él. Iré solo, naturalmente. Tú - añadió mirándola sombríamente -<br />
tendrás la gran misión de confianza de localizar la cueva donde está mi nave y llevar la<br />
máquina a Tierra antes del 10 de junio. Corliss tiene que ser liberado también. Y ahora,<br />
por favor, que venga Ingraham.<br />
XVIII<br />
El río parecía más ancho que cuando Cross lo había visto por última vez. Cross<br />
observaba inquieto a través del cuarto de milla de sus turbulentas aguas las manchas de<br />
luz y sombra formadas en la superficie por las luces del palacio. En los recodos de hierba<br />
de la ribera había todavía restos de nieve cuando Cross se desnudó y metió sus pies en<br />
el agua fría.<br />
Su mente estaba casi vacía. Entonces se le ocurrió la irónica idea de que un hombre<br />
desnudo contra todo el mundo era un triste símbolo de la energía atómica que controlaba.<br />
Había tenido muchas armas y no hizo uso de ellas cuando pudo. Y ahora llevaba aquella<br />
sortija en el dedo, con su diminuto generador atómico y su mezquino alcance de setenta<br />
centímetros, único producto de sus años de esfuerzo que se había atrevido a llevar<br />
consigo a la fortaleza.<br />
Los árboles de la ribera opuesta reflejaban su sombra desde el río. La obscuridad hacía<br />
más siniestro el curso de las rápidas aguas que lo arrastraron media milla corriente abajo<br />
antes de que enérgicos esfuerzos lo llevasen al amparo de las sombras.<br />
Allí se tendió, repasando mentalmente los pensamientos que le llegaban de los dos<br />
artilleros ametralladores ocultos entre los árboles. Llegó cautelosamente a un espeso<br />
macizo de arbustos y se vistió. Allí permaneció agazapado como un tigre que espera su<br />
presa. Tenía un claro que atravesar y estaba demasiado lejos para ejercer el control