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porque están separados de los libros, y del contacto con las mentes civilizadas que son la<br />
única base posible de un más grande desarrollo. El peligro no reside, ni ha residido<br />
nunca, en estos remotos slans, sino en los que viven en las grandes ciudades donde<br />
tienen posibilidad de establecer contacto con las grandes mentalidades humanas y tienen<br />
a pesar de todas nuestras precauciones, acceso a los libros. Es una cosa fuera de duda<br />
que esta nave que hemos visto hoy ha sido construida por los slans que viven, y<br />
constituyen un peligro, en los centros civilizados.<br />
- Mucho de lo que supones es probablemente verdad - asintió Kier Gray - pero<br />
volviendo al mensaje, sigue diciendo que estos millones de slans sólo sienten el deseo de<br />
terminar este periodo de violencia que existe entre ellos y la raza humana. Denuncian la<br />
ambición de poder que dominó a los primeros slans, explicando que esta ambición fue<br />
debida a un falso concepto de superioridad, aclarado hoy porque la experiencia les ha<br />
demostrado que no son superiores a los seres humanos sino únicamente diferentes.<br />
Acusan también a Samuel Lann, el ser humano y biólogo científico que fue el primero en<br />
crear slans, y de quien han tomado el nombre S. Lann slan, de haber inculcado en sus<br />
criaturas la creencia de que deben gobernar al mundo. Y que esta creencia, y no un<br />
innato deseo de dominio, fue la raíz de las desastrosas ambiciones de los primitivos slans.<br />
Hizo una breve pausa y prosiguió:<br />
- Desarrollando esta idea, sigue haciendo ver que las primeras invenciones de los slans<br />
eran simplemente pequeños perfeccionamientos de ideas ya existentes. - No ha habido,<br />
en realidad, afirman, obra creadora en la ciencia física, realizada por los slans. Declaran<br />
también que sus filósofos han llegado a la conclusión de que los slans no poseen una<br />
mentalidad científica, en el verdadero sentido de la palabra, diferenciándose, bajo este<br />
concepto, de los seres humanos de hoy en día, tan vastamente como los griegos y los<br />
romanos de la antigüedad, que jamás desarrollaron, como sabemos, ciencia alguna.<br />
Seguía hablando, pero durante un momento Kathleen podía escucharlo sólo con la<br />
mitad de su cerebro. ¿Podía ser verdad? ¿Los slans sin mentalidad científica? ¡Imposible!<br />
La ciencia era meramente una acumulación de hechos, y la deducción de las<br />
conclusiones de estos hechos. ¿Quién mejor que un slan adulto, en pleno desarrollo,<br />
puede alcanzar un orden divino de una intrincada realidad? Vio a Kier Gray coger una<br />
hoja de papel de sobre la mesa y concretó de nuevo su mente en lo que decía.<br />
- Voy a leeros la última página - dijo con una voz sin entonación -. No sabríamos<br />
encomiar demasiado la importancia de este punto. «Esto representa que nosotros, los<br />
slans, no podemos jamás retar al poderío militar de los humanos. Cualesquiera que<br />
fuesen las mejoras y modificaciones que introdujésemos en las armas y maquinaria ya no<br />
pueden afectar el resultado de una guerra, en el caso en que esta desastrosa<br />
circunstancia se produjese.<br />
»A nuestro modo de ver, no hay nada más fútil que el presente estado de los slans,<br />
que, sin solucionar nada, sólo consiguen mantener el mundo en un estado de<br />
intranquilidad, creando gradualmente un caos económico del cual los seres humanos<br />
sufren hasta un grado que aumenta incesantemente.<br />
»Ofrecemos la paz con honor, siendo la base única de esta negociación que los slans<br />
deben gozar en adelante de un derecho legal a la vida, a la libertad, y a la persecución de<br />
la felicidad.»<br />
Kier Gray dejó lentamente el papel sobre la mesa, recorrió con la vista el rostro de<br />
todos los presentes y con una voz a la vez dura y descolorida, dijo:<br />
- Soy rotundamente contrario a todo compromiso. Fui de opinión de que podía hacerse<br />
algo, pero no lo soy ya. Todo slan que exista por ahí - hizo un amplio gesto con la mano<br />
significando que abarcaba todo el globo - debe ser exterminado.<br />
A Kathleen le pareció que una pantalla que lo oscurecía todo se había interpuesto entre<br />
sus ojos y la tenue luz de los plafones de la pared. En medio de aquel silencio, incluso la<br />
pulsación de los pensamientos de los hombres producían una tenue vibración en su