17.05.2013 Views

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

27<br />

Oh hermanos míos, ¿habéis entendido también esta palabra? ¿Y lo que en otro tiempo dije acerca del<br />

«último hombre»?<br />

¿En quiénes reside el máximo peligro para todo el futuro de los hombres? ¿No es en los buenos y justos?<br />

¡Romped, destrozadme a los buenos y justos! ‐ Oh hermanos míos, ¿habéis entendido también esta<br />

palabra?<br />

28<br />

¿Huís de mí? ¿Estáis espantados? ¿Tembláis ante esta palabra? Oh hermanos míos, cuando os he<br />

mandado destrozar a los buenos y las tablas de los buenos: sólo entonces es cuando yo he embarcado al<br />

hombre en su alta mar.<br />

Y ahora es cuando llegan a él el gran espanto, el gran mirar a su alrededor, la gran enfermedad, la gran<br />

náusea, el gran mareo. Falsas costas y falsas seguridades os han enseñado los buenos; en mentiras de los<br />

buenos habéis nacido y habéis estado cobijados.<br />

Todo está falseado y deformado hasta el fondo por los buenos. Pero quien ha descubierto el país<br />

«Hombre» ha descubierto también el país «Futuro de los Hombres». ¡Ahora vosotros debéis ser mis<br />

marineros, marineros bravos, pacientes!<br />

¡Caminad erguidos a tiempo, oh hermanos míos, aprended a caminar erguidos! El mar está<br />

tempestuoso: muchos quieren servirse de vosotros para volver a erguirse.<br />

El mar está tempestuoso: todo está en el mar. ¡Bien! ¡Adelante! ¡Viejos corazones de marineros!<br />

¡Qué importa el país de los padres! ¡Nuestro timón quiere dirigirse hacia donde está el país de nuestros<br />

hijos! ¡Hacia allá lánzase tempestuoso, más tempestuoso que el propio mar, nuestro gran anhelo! ‐<br />

29<br />

«¡Por qué tan duro! ‐ dijo en otro tiempo el carbón de cocina al diamante; ¿no somos parientes<br />

cercanos?»<br />

¿Por qué tan blandos? Oh hermanos míos, así os pregunto yo a vosotros: ¿no sois vosotros ‐ mis<br />

hermanos?<br />

¿Por qué tan blandos, tan poco resistentes y tan dispuestos a ceder? ¿Por qué hay tanta negación, tanta<br />

renegación en vuestro corazón? ¿Y tan poco destino en vuestra mirada?<br />

Y si no queréis ser destinos ni inexorables: ¿cómo podríais ‐ vencer conmigo?<br />

Y si vuestra dureza no quiere levantar chispas y cortar y sajar: ¿cómo podríais algún día ‐ crear conmigo?<br />

Los creadores son duros, en efecto. Y bienaventuranza tiene que pareceros el imprimir vuestra mano<br />

sobre milenios como si fuesen cera, ‐ bienaventuranza, escribir sobre la voluntad de milenios como sobre<br />

bronce, ‐ más duros que el bronce, más nobles que el bronce. Sólo lo totalmente duro es lo más noble de<br />

todo.<br />

Esta nueva tabla, oh hermanos míos, coloco yo sobre vosotros: ¡endureceos!<br />

30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!