17.05.2013 Views

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

Federico Nietzsche ASÍ HABLO ZARATUSTRA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“Y la justicia misma consiste en aquella ley del tiempo según la cual tiene éste que devorar a sus propios<br />

hijos”: así predicó la demencia. “Las cosas están reguladas éticamente sobre la base del derecho y el<br />

castigo. Oh, ¿dónde está la redención del río de las cosas y del castigo llamado ‘Existencia’?” Así predicó<br />

la demencia.<br />

“¿Puede haber redención si existe un derecho eterno? ¡Ay, irremovible es la piedra `Fue': eternos tienen<br />

que ser también todos los castigos!” Así predicó la demencia.<br />

“Ninguna acción puede ser aniquilada: ¡cómo podría ser anulada por el castigo! Lo eterno en el castigo<br />

llamado ‘Existencia’ consiste en esto, ¡en que también la existencia tiene que volver a ser eternamente<br />

acción y culpa!<br />

A no ser que la voluntad se redima al fin a sí misma y el querer se convierta en no querer‐”: ¡pero<br />

vosotros conocéis, hermanos míos, esta canción de fábula de la demencia! Yo os aparté de todas esas<br />

canciones de fábula cuando os enseñé: “La voluntad es un creador”.<br />

Todo ‘Fue’ es un fragmento, un enigma, un espantoso azar ‐ hasta que la voluntad creadora añada:<br />

“¡pero yo lo quise así!”<br />

‐Hasta que la voluntad creadora añada: “¡Pero yo lo quiero así! ¡Yo lo querré así!” ¿Ha hablado ya ella de<br />

ese modo? ¿Y cuándo lo hará? ¿Se ha desuncido ya la voluntad del yugo de su propia tontería? ¿Se ha<br />

convertido ya la voluntad para sí misma en un libertador y en un portador de alegría? ¿Ha olvidado el<br />

espíritu de venganza y todo rechinar de dientes? ¿Y quién le ha enseñado a ella la reconciliación con el<br />

tiempo, y algo que es superior a toda reconciliación?<br />

Algo superior a toda reconciliación tiene que querer la voluntad que es voluntad de poder: sin embargo<br />

¿cómo le ocurre esto? ¿Quién le ha enseñado incluso el querer hacia atrás?»<br />

En este momento de su discurso ocurrió que Zaratustra se detuvo de repente, y semejaba del todo<br />

alguien que estuviese aterrorizado al máximo. Con ojos horrorizados miró a sus discípulos; sus ojos<br />

perforaban como con flechas los pensamientos de éstos e incluso los trasfondos de tales pensamientos.<br />

Mas pasado un poco de tiempo volvió ya a reír y dijo con voz bondadosa:<br />

«Es difícil vivir con hombres, porque callar es muy difícil. Sobre todo para un charlatán»<br />

Así habló Zaratustra. El jorobado había escuchado la conversación y había cubierto su rostro al hacerlo;<br />

mas cuando oyó reír a Zaratustra, alzó los ojos con curiosidad y dijo lentamente:<br />

«¿Por qué Zaratustra nos habla a nosotros de modo distinto que a sus discípulos?» Zaratustra respondió:<br />

«¡Qué tiene de extraño! ¡Con jorobados es lícito hablar de manera jorobada!»<br />

«Bien, dijo el jorobado; y con discípulos es lícito charlar de manera discipular. Mas ¿por qué Zaratustra<br />

habla a sus discípulos de manera distinta ‐ que a sí mismo?»<br />

De la cordura respecto a los hombres<br />

No la altura: la pendiente es lo horrible! La pendiente, donde la mirada se precipita hacia abajo y la<br />

mano se agarra hacia arriba.<br />

Aquí se apodera del corazón el vértigo de su doble voluntad. Ay, amigos, ¿adivináis también la doble<br />

voluntad de mi corazón?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!