Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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asiduas de su plática: “gaucho”, “macanudo”,<br />
“derecho”. Tipo gaucho es el hombre servicial.<br />
Macanudo, en cierta acepción, es el generoso de<br />
expansión, el conversador, el dicharachero, el<br />
hombre vivo y dado. Derecho es el hombre sin<br />
doblez, cuya ayuda puede descontarse como indudable.<br />
Todas estas palabras propinan méritos<br />
a los desprendimientos que van de hombre a hombre.<br />
Siempre es el hombre y nada más que el hombre<br />
el que está en el sentimiento y en la discriminación<br />
del hombre porteño. Todos los símbolos<br />
refulgentes, genéricos, fueron inventariados y execrados,<br />
y ya no se entorpece en su arrullo, y no<br />
es asequible por ellos. Al porteño hay que “hablarle<br />
claramente”, sin mucho rodeo, y eliminando<br />
del discurso todas las grandes palabras que él ha<br />
destruido en su sentimiento. Cuando el porteño<br />
las oye o las lee, se eriza y da en sospechar que<br />
“allí hay gato encerrado”. Y convengamos en<br />
que pocas veces erra. Los que cándidamente han<br />
cifrado su triunfo en ellas, se irritan, y, como<br />
siempre, cubren de dicterios e invectivas al hombre<br />
porteño, que los escucha sonriendo.<br />
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