Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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tes, como un hombre a la hora de la siesta en<br />
Suipacha.<br />
*SIMPLICIDAD. — Es difícil ser simple. <strong>El</strong><br />
campesino enriquecido es el individuo más tontamente<br />
fastuoso. Su fasto es el afán de restregar<br />
su dinero por las narices a todo el mundo. En<br />
Rosario se advierte más agudamente que aquí.<br />
Reencontrar la simplicidad es la tarea a que se<br />
aboca el que ya encontró la opulencia. Simplicidad<br />
no es anemia, es una sinceridad que tiene los<br />
medios de expresarse. Todos los pobres son simples<br />
hasta que se enriquecen. Entonces se complican.<br />
Lo denotador de una grandeza es la simpleza<br />
en el poderío.<br />
*LO QUE NO TUVO. — Cantar ¿qué ¿Su<br />
tragedia ¿La suya ¿La del otro ¡Si la vida está<br />
abriéndose ante él en franca deshiscencia! Pero<br />
él llora, es decir, él no llora, se sorbe las lágrimas<br />
y se ríe. <strong>El</strong> se ríe siempre. Pero es por fuera. Ríe<br />
por lo que no ha reído. Llora por lo que no ha<br />
llorado. Sufre por lo que no ha sufrido. ¡Qué mundo<br />
prodigioso se podría construir con las emociones<br />
desperdiciadas! Hay un universo de afectos<br />
irremediablemente perdido.<br />
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