Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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taciones y me reconozco a mí mismo ¿Qué fantasía<br />
superó estos prodigios ¿Y un fantasma ¿Por<br />
qué no ¿Qué se yo ¿Ni sé siquiera si dentro de<br />
tres minutos me voy a morir<br />
*AGRADECIMIENTO. — Los muebleros saben<br />
que Sarmiento dijo que gobernar es poblar y en<br />
homenaje al propiciador de los nuevos hogares todos<br />
se han establecido en la calle que lleva su<br />
nombre, salvo los descarriados que asignan el dicho<br />
a Alberdi.<br />
*PRINCIPIOS. — Hay que reexaminar los hechos,<br />
indagar su expresión, encontrar su signo.<br />
Un robo o un asesinato pueden no ser actos humanamente<br />
punibles y ni siquiera reprochables, aunque<br />
lo sean legalmente. Un principio, dicen. ¿Y<br />
el hombre ¿Acaso un hombre es menos apreciable<br />
que un principio Si los principios no sirven<br />
a los hombres, ¿a quién sirven Aquel adulterador<br />
de substancias alimenticias anda suelto y pavonea.<br />
Sus conservas habrán acortado en muchos<br />
meses, quizá en años, la vida de sus consumidores.<br />
Es un asesino al por mayor y está suelto. ¡Ah, pero<br />
los principios! Debería tenerse un principio distinto<br />
para cada hombre.<br />
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