Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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es la soberbia de ese hombre que hasta hoy estuvo<br />
a su lado ¿Qué maleficios oculta esa inmensidad<br />
vacía, esa inhumanidad implacable que él mismo<br />
apoya, ese estado rígido y enemigo de él que<br />
lo sostiene en sus lomos como una cariátide silenciosa<br />
¿Cómo humanizar esa hercúlea construcción,<br />
darle su pulso, su amor, su tono Hay algo<br />
que lo vence en la tiniebla del pleno día, y le<br />
compele a inmerjirse en sí mismo, una vez más;<br />
a esconderse en el cubil desde donde espía el<br />
mundo por una rendija, a cubierto, en su recogimiento<br />
estremecido. Pero él no se apacigua. Su<br />
sentimiento es un bólido que zanja el espacio sin<br />
medida. En todo está remirando, atisbando, clasificando<br />
en sí mismo, graduando de nuevo los<br />
patrones, midiendo. Ya duda de todo: los hechos<br />
hormiguean entre las verdades bamboleantes.<br />
Ya ni en las esencias cree. Todo es ficticio. ¡Dos<br />
y dos pueden no ser cuatro! También la matemática<br />
le usurpa un lugar en la vida. Es un sentimiento<br />
más oscuro que los otros, más escurridizo<br />
y flebe. Pero ya algo en él conexiona un número<br />
a un adjetivo arrogante, a un adjetivo que lo<br />
destroza sin objeción, despiadadamente. Ya todo<br />
en él es titubeante, dudoso, controvertible. <strong>El</strong><br />
mundo es una selva de mentiras en que se extravía,<br />
y avanza al tuntún. Está solo y perdido con<br />
la pureza de su verdad en el corazón.<br />
En el correr de los ríos subterráneos el hombre<br />
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