Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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Tenía un pestañeo incómodo. <strong>El</strong> porteño es así:<br />
no dice nada. Y hace bien. ¿En qué lo hubiera<br />
podido ayudar yo en esa emergencia ¿Compadecerlo<br />
¿Para agregarle un agravio a su pena<br />
Pero no se suicidó y él más tarde me contaba el<br />
trance sonriendo.<br />
*AMIGOS DEL ARTE. — Son amigos del arte<br />
extranjero, por lo visto. Sus entradas y subvenciones<br />
las dispensan en onerosas conferencias<br />
de literatos extranjeros. Diez mil, veinte mil pesos<br />
a cada uno. Mientras tanto, los escritores argentinos<br />
se mueren de hambre. ¿Cómo somos de<br />
rumbosos, no<br />
*HISTORIA. — Las fechas históricas fueron<br />
escritas con tiza en la memoria del hombre porteño,<br />
y al primer sacudón se borraron. <strong>El</strong> solamente<br />
conserva los recuerdos de sus emociones.<br />
*SENTIDO AGROPECUARIO. — <strong>El</strong> dinero<br />
es respetado en sí mismo, pero no sus tenedores.<br />
“Hijo de bolichero” “Hijo de ferretero”. A nadie<br />
se le ocurre menoscabar a un tipo diciéndole:<br />
“Hijo de chacarero” o “Hijo de ganadero”. <strong>El</strong><br />
único dinero aristocrático es el agropecuario.<br />
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