Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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LA CIUDAD SIN AMOR<br />
En el peliagudo achaque de la avalancha<br />
inmigratoria, la ciudad se expuso a la contaminación<br />
de un espíritu ajeno a su traviesa austeridad.<br />
Pasó peligro de quedar segregada del campo,<br />
de formar una corporación sin parentesco con la<br />
pampa que la nutría y de quien era símbolo, resumen<br />
y pensamiento adicto. La ciudad estuvo en<br />
trance de europeizarse. La ciudad no usufructuaba<br />
elementos cósmicos para cautivar y asimilar los<br />
tropeles inmigratorios. Por grande y acuitado que<br />
sean el cielo y el asiento de una ciudad no pasan<br />
de ornatos cuya exhortación es desoída por el ánimo,<br />
ineficaz. Los intrusos formaban hordas de la<br />
más pésima calaña, de la estofa más vil Eran refugos<br />
de razas que se atropellaban en su codicia<br />
sin freno. Catervas desbocadas por una ilusión de<br />
fortuna, que traían consigo, acrecentados, todos<br />
los defectos de su sociedad, y no sus virtudes. Eran<br />
seres mezquinos de miras, atenaceados por una gula<br />
insatisfecha, sensuales. Seres procelosos, sin,<br />
continencia, que gustaban del estrépito, de la música,<br />
de la danza, de la jarana. La ciudad percibió<br />
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