Scalabrini-Ortiz-Raul-El-Hombre-Que-Esta-Solo-Y-Espera-PDF
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LA EDAD DE LOS AÑOS<br />
Evalúo la edad del <strong>Hombre</strong> de Corrientes<br />
y Esmeralda en más de veinticinco años y menos<br />
de cincuenta. Una prolijidad mayor en la<br />
cuenta menoscabaría su virtualidad, pero esas edades<br />
tienen adolescencias en años que son hitos de<br />
la época en que la ciudad se alteró en la violencia<br />
infligida a sí misma desde comienzos de siglo.<br />
Dentro de esa extensión temporal, una concomitancia<br />
es siempre factible entre los porteños. Allí<br />
hay un dialecto de encariñamientos y odios comunes,<br />
y el autor puede entenderse con ellos. Por<br />
fuera de esos límites, el espíritu de la tierra tiene<br />
ecos que confunden al observador. Hay tanta variedad<br />
porteña en el tiempo como en la actualidad.<br />
Los menores de veinticinco años están menos<br />
solos. Hay a quien se le ocurre que tienen más compañía<br />
que la equitativa, pero esa debe ser difamación.<br />
Lo cierto es que ellos llegaron cuando la ciudad<br />
se desentumecía en costumbres nuevas, e iba<br />
derogando su ascetismo. La ciudad reconquistó el<br />
río, trazó avenidas en sus veriles, habilitó balnearios<br />
en las playas. Las orillas se poblaron de ba-<br />
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