01.06.2015 Views

Política y derecho: retos para el siglo XXI

Política y derecho: retos para el siglo XXI

Política y derecho: retos para el siglo XXI

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

te, <strong>el</strong> paciente es un profano que no conoce ni <strong>el</strong> lenguaje técnico que<br />

utilizan los médicos, y a su vez desconoce las consecuencias o riesgos<br />

de la patología que padece, con lo cual se presenta así un choque de subculturas,<br />

como lo menciona Lovence (2004: 181), pero a su vez un encuentro<br />

de intereses, la recuperación o rehabilitación de la enfermedad.<br />

Dicha asimetría hace que <strong>el</strong> paciente vea restringido su campo de expectativas<br />

personales motivado principalmente por <strong>el</strong> conocimiento<br />

d<strong>el</strong> experto y por la posibilidad, real o no, de acceder a los tratamientos<br />

y tecnologías disponibles (de acuerdo con sus recursos o coberturas sociales),<br />

evidenciando un estado de indefensión frente a la enfermedad,<br />

dejando en la experticia y confiando (fiando) en la palabra d<strong>el</strong> médico<br />

su tratamiento. Así, <strong>el</strong> paciente asume un rol d<strong>el</strong> más débil frente al<br />

poder científico d<strong>el</strong> galeno, debido al estado de necesidad provocado<br />

por la enfermedad; se evidencia que la discrecionalidad científica y los<br />

tratamientos o diagnósticos identificados se optarán o aprobarán con<br />

base en la información tanto que <strong>el</strong> médico posea, como la que transmita<br />

al paciente.<br />

El origen de la doctrina d<strong>el</strong> consentimiento informado se encuentra<br />

en la idea de libertad: en <strong>el</strong> <strong>derecho</strong> d<strong>el</strong> paciente de ejercer un control<br />

sobre su propio cuerpo, <strong>para</strong> decidir por sí mismo si se somete o no a<br />

un tratamiento en especial. A <strong>el</strong>lo se agrega que <strong>el</strong> deber d<strong>el</strong> médico de<br />

rev<strong>el</strong>ar tiene su mismo origen en los deberes secundarios de conducta,<br />

doctrina de gran impacto y aceptación al interior d<strong>el</strong> <strong>derecho</strong> privado,<br />

que sustenta que en la fase de formación d<strong>el</strong> consentimiento d<strong>el</strong> contrato<br />

deben gobernar los preceptos de lealtad, transparencia, solidaridad<br />

y corrección, lo que se materializa en deberes accesorios que se imponen<br />

a una de las partes (con ocasión a su experticia), siendo <strong>el</strong> de mayor<br />

trascendencia la información (Monsalve, 2009: 151) . Sin duda de la<br />

92 Politica y <strong>derecho</strong>: <strong>retos</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>siglo</strong> xxi

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!