Política y derecho: retos para el siglo XXI
Política y derecho: retos para el siglo XXI
Política y derecho: retos para el siglo XXI
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
gible; ese estándar se determina conforme a criterios objetivos en <strong>el</strong> artículo<br />
4:102 (1) y (3) PETL. Según <strong>el</strong> artículo 4:102 (1) PETL, <strong>el</strong> estándar<br />
de conducta exigible se determina teniendo en cuenta lo que resulte<br />
exigible a una persona razonable que se halle en las mismas circunstancias,<br />
apuntándose a continuación una serie de datos a tener en cuenta<br />
<strong>para</strong> su determinación (v. gr., la pericia exigible a quien actúa, dato con<br />
<strong>el</strong> que se está pensando en la especial situación de los profesionales);<br />
además, conforme al artículo 4:102 (3), se tendrán en cuenta las normas<br />
que prescriben o prohíben una determinada conducta (p.e, reglamentos<br />
que establecen los requisitos <strong>para</strong> desarrollar cierta actividad, normas<br />
de tráfico, etc.). Por consiguiente, <strong>para</strong> determinar si hubo o no culpa<br />
en quien causó un daño habrá que com<strong>para</strong>r su conducta con la de una<br />
persona razonable en idénticas circunstancias; con “persona razonable”<br />
se quiere aludir al mod<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> buen padre de familia d<strong>el</strong> Derecho<br />
romano: “alguien que no persigue sus propios objetivos sin mirar a su<br />
alrededor, sino que toma en consideración los intereses (posiblemente<br />
lesionados) de otras personas”; esa figura “puede adaptarse, no a la<br />
personalidad individual d<strong>el</strong> sujeto responsable, sino a la categoría que<br />
representa” (<strong>el</strong> estándar puede ser distinto <strong>para</strong> un médico generalista<br />
“razonable” que <strong>para</strong> un especialista “razonable”) 10 . En este sentido, se<br />
señala que los PETL consagran un criterio objetivo de culpa.<br />
Mas entonces, ¿qué ocurre si <strong>el</strong> causante d<strong>el</strong> daño es un menor de edad<br />
o un discapacitado psíquico? ¿Va a com<strong>para</strong>rse su conducta con la de<br />
un adulto plenamente capaz razonable? Ello conduciría a considerar<br />
culpable a un niño de tres años que lesiona a otro niño en <strong>el</strong> ojo con <strong>el</strong><br />
palo con que está jugando, pues una persona razonable sabe que no se<br />
puede agitar un palo en <strong>el</strong> aire en las proximidades de la cara de otra<br />
persona. Los PETL tienen en cuenta esto y admiten la modalización de<br />
ese criterio objetivo de culpa en atención a las circunstancias personales d<strong>el</strong><br />
agente [art. 4:102 (2) PETL: “El estándar anteriormente indicado puede<br />
adaptarse cuando debido a la edad, a la discapacidad física o psíquica<br />
o a circunstancias extraordinarias no sea exigible que la persona de<br />
que se trate lo cumpla”]. Consecuentemente, la conducta d<strong>el</strong> menor d<strong>el</strong><br />
ejemplo deberá valorarse teniendo en cuenta <strong>el</strong> estándar de conducta<br />
vulnera <strong>el</strong> estándar de conducta exigible.<br />
10<br />
Widmer (2008), p. 116.<br />
78 Politica y <strong>derecho</strong>: <strong>retos</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>siglo</strong> xxi