Elena Pellús Pérez - RUA - Universidad de Alicante
Elena Pellús Pérez - RUA - Universidad de Alicante
Elena Pellús Pérez - RUA - Universidad de Alicante
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sabe por primera vez que Cortés había escapado, reúne a<br />
los soldados que estaban en la fortaleza para que Cortés no<br />
tuviera lugar o tiempo <strong>de</strong> escapar <strong>de</strong> la prisión, los acusa <strong>de</strong><br />
negligencia y <strong>de</strong> traición, los llena y confun<strong>de</strong> con gritos y<br />
amenazas. Todo es confusión. Finalmente, va a anunciarle a<br />
Velázquez lo que había sucedido.<br />
En efecto, mucho se temía ser acusado <strong>de</strong> negligencia o, lo<br />
que era peor y más grave, <strong>de</strong> traición, puesto que no podía ser<br />
que no oyera a Cortés, que estaba preso en el mismo aposento<br />
don<strong>de</strong> él también dormía, romper la ca<strong>de</strong>na y la ventana.<br />
Cristóbal Lago, si queremos confesar la verdad, fingió no<br />
oír nada por miedo, y no por amistad, como algunos creen en<br />
falso. Velázquez, <strong>de</strong>spertado por este mensajero, más agitado<br />
<strong>de</strong> lo justo y normal, or<strong>de</strong>na buscar a Cortés. Luego, cuando<br />
averigua que está en la iglesia, intenta sacarlo <strong>de</strong>l lugar sagrado,<br />
primero con palabras, <strong>de</strong>spués por la fuerza. Como eso<br />
diera poco resultado, puesto que Cortés <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> fuertemente<br />
a sí mismo y las sagradas estancias, convierte el templo en<br />
prisión. Mientras tanto discurre Velázquez <strong>de</strong> qué manera<br />
aplicar el castigo <strong>de</strong> Cortés. Difícil e impacientemente soportaba<br />
que Cortés hubiera huido <strong>de</strong> la cárcel o que saliera <strong>de</strong>l<br />
lugar sagrado y se paseara por la entrada <strong>de</strong>l templo en su<br />
presencia. Pues consi<strong>de</strong>raba, como también afirmaban los<br />
Bermú<strong>de</strong>z y los Antonio y otros envidiosos, que hacía esto<br />
para afrenta y <strong>de</strong>sprecio suyos.<br />
Después, como cada día se irritaba más, porque <strong>de</strong>sconfiaba<br />
<strong>de</strong> que Cortés pudiera ser capturado sin engaño, le prepara<br />
una emboscada y, tan ocultamente como pue<strong>de</strong>, por una<br />
puerta opuesta a Cortés, ocupa el templo con infantería, y<br />
119