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BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA
que lo que hay dentro de mí, es más real que lo que hay fuera de mí.
Ese es el gran quiebre que inaugura don Quijote».
Con realismo y universalidad, los refranes en el Quijote, son como
sentencias breves, muchas veces hasta traídas de los cabellos, tan
disparatadas, que aparecen «de troche en moche» en la conversación
de muchos de los personajes, especialmente en Sancho Panza, que,
para el Quijote, por ser tan seguidos y atropellados, hacían de la charla
«desmayada y baja» no obstante, son parte de la gracia de la obra
cervantina.
En este trabajo, don Quijote, Sancho, la etérea Dulcinea, Rocinante
y el rucio jumento, adquieren figura y vida propia, con sus locuras y
refranes se mezclan en nuestra imaginación.
Refranes, escolios y latinajos:
El doctor Julio César García, como brillante cervantófilo, publicó en
1947, bajo los auspicios del Instituto de Filología y Literatura y del Departamento
de Extensión Cultural de la Universidad de Antioquia, para
conmemorar el cuarto centenario del nacimiento de don Miguel de
Cervantes, un libro titulado Cervantes en Antioquia donde, en doscientas
diecinueve, páginas recoge, a modo de antología, trabajos sobre
Cervantes o sobre motivos cervantinos escritos por estudiosos y, además
de recoger esos trabajos, fue autor de una publicación que hizo El Siglo
de Bogotá, el 16 de mayo de 1947, titulada Bibliografía cervantina en
Colombia. Esta publicación antecedió a su selección de refranes, que vio
la luz en 1948, con base en una edición facsimilar que le fue obsequiada
por sus estudiantes del Instituto de Filología de la Universidad de
Antioquia y que me enorgullece haber completado hasta llegar a la suma
de casi 500 refranes, siguiendo letra a letra la nueva edición de Don
Quijote de la Mancha de la Real Academia Española dirigida y adaptada
por el académico de la silla T, don Arturo Pérez-Reverte, en 2014.
Así como el mismo Cervantes lo observa, «el refrán que no viene a
propósito, antes es disparate que sentencia», aquí también, los de esas
categorías:
1. ¡A la mano de Dios, y lluevan azotes!
2. ¡Aderézame esas medidas!
3. ¡Aquí fue Troya!
4. ¡Aquí mi desdicha y no mi cobardía!