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HOMENAJES 91<br />
tivo del cuarto centenario del descubrimiento de América 4 , lo que para<br />
Darío suponía ver realizado su sueño de viajar a Europa y que relata así:<br />
«Recibí por telégrafo la noticia de que el gobierno de Nicaragua, a la<br />
sazón presidido por el doctor Roberto Sacasa, me había nombrado<br />
miembro de la Delegación que enviaba Nicaragua a España con motivo<br />
de las fiestas del centenario de Colón. No había tiempo para nada;<br />
era preciso partir inmediatamente» (Darío por Darío, www).<br />
A comienzos de 1893, Rubén Darío viajó a Panamá, donde recibió<br />
la noticia de que su amigo, el presidente colombiano le había concedido<br />
el cargo de cónsul honorífico en Buenos Aires. Si bien en varias<br />
fuentes se insiste en que el nombramiento proviene de Miguel Antonio<br />
Caro 5 , el mismo Darío nos comenta: «De este modo, encuéntreme<br />
el lector como dos meses después, en la ciudad de Panamá, en donde,<br />
según carta que había recibido en Managua, del doctor Rafael<br />
Núñez, se me debía entregar por el gobernador del Istmo mi nombramiento<br />
de cónsul general de Colombia en Buenos Aires. Así fue, por<br />
la eficaz recomendación de aquel hombre ilustre. No solamente se<br />
me entregó mi nombramiento —en el cual se me decía que se me daba<br />
este puesto por no haber entonces ninguna vacante diplomática— y<br />
mi carta patente correspondiente, sino una buena suma de sueldos<br />
adelantados. En seguida tomé el vapor para Nueva York» (Darío por<br />
Darío, www).<br />
Antes de llegar a Buenos Aires, pasó por Nueva York, ciudad en la<br />
que conoció al ilustre poeta cubano José Martí; y luego emprendió su<br />
soñado viaje a París. Según nos comenta el mismo poeta: «Yo soñaba<br />
con París desde niño, a punto de que cuando hacía mis oraciones rogaba<br />
a Dios que no me dejase morir sin conocer París. París era para mí<br />
como un paraíso en donde se respirase la esencia de la felicidad sobre<br />
la tierra. Era la Ciudad del Arte, de la Belleza y de la Gloria; y, sobre<br />
todo, era la capital del Amor, el reino del Ensueño. E iba yo a conocer<br />
París, a realizar la mayor ansia de mi vida. Y cuando en la estación de<br />
4 En la Gaceta Oficial de Nicaragua Nº 49, del 29 de junio del año 1892, figura el Acuerdo<br />
mediante el cual se nombra «Jefe de la Comisión que ha de representar a Nicaragua en<br />
España, en la próxima celebración del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América,<br />
al señor Ex Ministro de Hacienda y Crédito Público, don Fulgencio Mayorga, y miembros<br />
de la misma, a los señores don Rubén Darío y don Ramón de Espínola».<br />
5 En 1892 fue reelegido presidente Rafael Núñez, pero no pudo asumir el poder por<br />
problemas de salud, por lo que Caro se encargó de la presidencia; dos años después<br />
Núñez falleció, y Caro ejerció el poder desde el 7 de agosto de 1892 hasta el 7 de<br />
agosto de 1898.