Antología. XII Curso-Taller Estatal del Educador Popular. 2015
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XII CURSO TALLER ESTATAL DEL EDUCADOR POPULAR 2015
producción presente y futura. Estos “vales”
tienen un fundamento cada vez más
estrecho. Al lado de los dividendos sobre las
acciones y de los intereses sobre préstamos
a los Estados, estuvo el crecimiento del
crédito al consumo y del crédito
hipotecario, que son punciones directas
sobre los salarios.
El peso del capital se ejerce sobre los
asalariados, simultáneamente, en el lugar
de trabajo y como deudor ante los bancos.
Son, pues, “vales” cada vez más frágiles los
que sirvieron como base para una
acumulación (utilizo este palabra a falta de
una mejor) de activos “ficticios a la enésima
potencia”. La crisis de los créditos
hipotecarios subprima destruyó
momentáneamente una pequeña parte.
Pero ni siquiera los bancos centrales
conocen realmente su astronómico monto,
ni –en razón del sistema financiero “en la
penumbra”– los circuitos y tenedores
exactos. Apenas disponemos de muy vagas
estimaciones. Lo que hemos denominado
financiarización ha sido la inmersión casi
estructural en una situación descripta por
Marx en un párrafo poco comentado del
primer capítulo del libro II de El capital.
Señala que, por extraño que pueda parecer
en pleno triunfo del capital industrial,
El proceso de producción no es más que el
eslabón inevitable, el mal necesario para
poder hacer dinero. Por eso todas las
naciones en que impera el sistema
capitalista de producción se ven asaltadas
periódicamente por la quimera de querer
hacer dinero sin utilizar como medio el
proceso de producción (Marx, 1973: II, 52).
A partir de los años 1980, en los países
capitalistas centrales encabezados por los
Estados Unidos, la “quimera” comenzó a
tomar un carácter casi estructural. Las
finanzas han dado a esta quimera, fruto del
fetichismo del dinero, respaldos políticoinstitucionales
muy fuertes. Consiguió hacer
que el “poder de las finanzas”, y las
fetichistas creencias que el mismo arrastra,
se sustenten en un grado de mundializacion
especialmente financiera inédito en la
historia del capitalismo.
La extrema debilidad de los instrumentos
de política económica
Finalmente, el último gran rasgo de la crisis
es que la misma estalló y se desarrolló
después que las políticas de liberalización y
desreglamentación hubieran llegado a
destruir las condiciones geopolíticas y
macrosociales en las que instrumentos
anticíclicos de cierta eficacia habían sido
preparados precedentemente. Para el
capital, las políticas de liberalización han
tenido su “lado bueno”, pero tienen
también su “lado malo”. La liberalización
puso a los trabajadores a competir de país a
país y de continente a continente como
nunca antes. Abrió la vía a la
desreglamentación y a las privatizaciones.
Las posiciones del trabajo ante el capital
fueron muy debilitadas, eliminando hasta el
presente “el miedo a las masas” como
aguijón de las conductas del capital. El otro
lado de la medalla está constituido por esta
carencia de instrumentos anticíclicos,
debido a que no se ha encontrado ningún
sustituto a los del keynesianismo, así como
a la intensa rivalidad entre los grandes
No es en la resignación en la que nos afirmamos, sino en la rebeldía frente a las injusticias. Paulo Freire Página 24