Informe del CG - IFAD

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dinámica. Por ello, se integra plenamente a la mujer en la elaboración y ejecución de los proyectos.
Por otra parte, ésta tiene mayor acceso a los servicios sociales, lo que alivia sus tareas domésticas
cotidianas y las responsabilidades que le incumben. Puede así mejorar su condición social en la
comunidad y se le alienta a asumir funciones de primer plano. Una de las demostraciones más
características de esta acción en favor de la mujer es el proyecto financiado por la Organización en
Tamil Nadu (la India) y también el Proyecto de Desarrollo Agrícola Integrado en Anhui
Sudoccidental, en China.
Deseo subrayar asimismo la atención que presta el Fondo al desarrollo de unas estructuras
financieras apropiadas para financiar las actividades de la población rural pobre. Históricamente, el
ahorro que permitió financiar el desarrollo de las explotaciones artesanales e industriales en los
países actualmente desarrollados provino de la agricultura. Así pues, el Fondo se preocupa de
establecer mecanismos de ahorro y financiación adaptados a la situación particular de la población
rural pobre, que permitan responsabilizar a los beneficiarios de la ayuda y alentarlos a encontrar
actividades rentables.
El FIDA ha establecido un sistema que comporta préstamos en condiciones muy favorables
con plazos de vencimiento de 50 años y también préstamos en condiciones ordinarias con un plazo de
20 años. La experiencia de la Organización muestra que las asociaciones de agricultores, ganaderos, y
pescadores que reciben los préstamos son solventes y ofrecen excelentes garantías en lo que respecta
al reembolso de los préstamos.
Este reembolso registra tasas notables que superan las correspondientes al crédito agrícola en
muchos países industrializados. Gracias a esos préstamos, las asociaciones pueden comprar insumos
(semillas, fertilizantes, aperos, redes) y equipo para la elaboración de alimentos, poner en marcha
microempresas y lograr con ello una mayor productividad, mejorando el nivel de vida de la
población.
Entre las instituciones internacionales, a menudo objeto de críticas, el FIDA tiene una
reputación reconocida y merecida de eficacia. Entre 1978 y 1995 ha financiado 429 proyectos en
106 países de todos los continentes. Por otra parte se ha establecido una asociación eficaz con
160 Estados Miembros. La dirección de los asuntos del Fondo se basa en una estrecha cooperación
entre los países industrializados y las naciones en desarrollo, que participan en la definición de las
políticas y prioridades y en la movilización de los recursos destinados a financiar proyectos.
Los métodos de trabajo de la Organización se han mejorado y reestructurado continuamente.
Entre 1993 y 1996, los gastos administrativos se han reducido en más de un 20%, mientras
aumentaban en igual medida las actividades del programa.
No es sorprendente que en 1997 se haya seleccionado al FIDA como Organización Huésped
del Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación
en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación, en particular en África.
También se ha inducido al Fondo a participar en la Iniciativa para la reducción de la deuda de
los países pobres muy endeudados; el FIDA movilizaría alrededor de 60 millones de dólares con la
creación de un Fondo Fiduciario dedicado a esta Iniciativa.
Veinte años despues de su creación, el Fondo puede estar satisfecho de los resultdos de su
acción. Me limitaré a mencionar dos cifras:
− la creación de 3,6 millones de empleos en el marco de 429 proyectos en 106 países. Las
microempresas de elaboración de alimentos, tejido, y servicios son en gran parte la fuente