Informe del CG - IFAD

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Declaración de la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos,
Señora Catherine Bertini
Señor Presidente del Consejo,
Señor Presidente del FIDA,
Señor Director General,
Secretario General Adjunto Petrovsky,
Señor Barre,
Gobernadores y amigos:
Es para mí un honor hacer uso de la palabra aquí con ocasión del Vigésimo Aniversario del
FIDA. Antes de entrar en materia, deseo rendir homenaje al Presidente Fawzi Al-Sultan; es un gran
placer verle actuar, trabajar estrechamente con él y poder considerarlo un amigo. De hecho, es un
placer para todos los que pertenecemos al Programa Mundial de Alimentos (PMA) colaborar tan
estrechamente y en forma tan productiva con todos nuestros colegas del FIDA.
Se hace gran hincapié en la colaboración, y por ello me complazco hoy en poner de relieve la
asociación existente entre el Fondo y el organismo que represento, el PMA.
La asociación entre el FIDA y el PMA es sólida, en parte porque prestamos ayuda a las
mismas personas: los pobres que pasan desapercibidos, es decir aquéllos a quienes se ha pasado por
alto en los grandes proyectos tradicionales de desarrollo y en los programas de préstamos en gran
escala. Esas personas viven al margen de la corriente económica y política general; algunas de ellas
habitan en zonas rurales distantes en las que los bancos no están dispuestos a invertir su capital, otras
en barrios de vivendas pobres densamente poblados donde hay pocos empleos y se padece de hambre
constantemente. Compartimos con el FIDA una clientela que es fácil descuidar: las mujeres, los
agricultores minifundistas, las personas carentes de poder político.
El Fondo y el PMA han ejecutado conjuntamente 43 proyectos, por un valor total de
1 100 millones de dólares. En la actualidad siguen en curso 26 de ellos. Me siento especialmente
complacida por nuestra colaboración en las áreas montañosas pobres de las provincias de Sichuán y
Qinghai, en China, regiones que no atraen el volumen de inversiones que las comunidadeds necesitan
para salir de su situación de pobreza. En esas regiones, la ayuda alimentaria del PMA sirve para
apoyar la capacitación y construir obras de infraestructura, al tiempo que el FIDA concede préstamos
para la producción agropecuaria y las actividades generadoras de ingresos para la mujer. En otros
lugares de China ambos organismos prestan conjuntamente apoyo a los agricultores pobres, ayudando
sobre todo a las mujeres a ser más autosuficientes; por otra parte, estamos aumentando la utilización
de mapas de vulnerabilidad, un instrumento que consideramos cada vez más útil para orientar
concretamente los recursos de la ayuda alimentaria. De hecho, nuestros dos organismos han llegado a
un acuerdo con el Gobierno de China para diseñar y ejecutar juntos todos los proyectos futuros.
Esperamos con interés poder lograr una creciente cooperación en la República Popular
Democrática de Corea, donde los conocimientos de nuestros colegas del FIDA y de la FAO son tan
sumamente necesarios si se quiere que el país supere la crisis alimentaria con que se enfrenta. Los
proyectos del FIDA para rehabilitar la agricultura y la ganadería y la rápida acción de la FAO en lo
concerniente a la compra y distribución de semillas de cebada, así como de otros insumos agrícolas,
revisten una importancia crítica para contribuir a resolver los problemas estructurales subyacentes en
la economía agrícola, a fin de que no tengamos que hacer frente a la necesidad de ayuda alimentaria
en los años venideros.