Informe del CG - IFAD

- 242 -
II. ORIENTACIONES ESTRATÉGICAS
DEL PROGRAMA DE LABORES Y PRESUPUESTO PARA 1998
A. Estrategia institucional
9. La estrategia institucional del FIDA se hace cargo de la creciente complejidad del entorno en
que se afrontan los problemas de la pobreza rural y la inseguridad alimentaria en todo el mundo. En los
dos últimos decenios, la realidad de la pobreza se ha modificado en grado considerable: a la vez que
sigue constituyendo un grave problema a nivel mundial, su localización y características específicas
registran cambios de gran magnitud. El desmejoramiento de las condiciones de vida en Europa oriental
y los países de la antigua Unión Soviética, la situación crítica y el sufrimiento humano en la región de
los Grandes Lagos en África, y la persistencia de grandes bolsones de pobreza extrema en Asia y
América Latina son otros tantos ejemplos de las diferentes dimensiones que asumen la pobreza y el
hambre en el mundo. Al mismo tiempo, los flujos de capital y de tecnología también registran cambios.
Se advierte una sustancial reducción de las corrientes de ayuda oficial para el desarrollo, a la vez que se
observa una fuerte reactivación de las inversiones en el sector privado. Estas últimas, sin embargo, son
de carácter selectivo y no se dirigen a compensar la reducción del gasto público verificada en muchas
esferas.
10. Estos cambios están redefiniendo las formas en que pueden operar los organismos
internacionales de financiación como el FIDA, estableciendo áreas especiales de intervención para la
reducción de la pobreza, desarrollando asociaciones de esfuerzos con el sector privado y forjando
vínculos estratégicos con otros organismos interesados en el desarrollo. La estrategia institucional del
FIDA reconoce por tanto la necesidad de constituir asociaciones estratégicas con otras organizaciones y
donantes (para evitar así la duplicación de esfuerzos) y de incrementar el impacto de las actividades de
desarrollo sobre el terreno. El Fondo ha venido adoptando una serie de importantes iniciativas externas,
incluida la apertura de un diálogo y el establecimiento de relaciones de cooperación con otros
organismos, el desarrollo de "enfoques de programa" en esferas específicas y la participación en
esfuerzos mundiales encaminados a reorientar y concentrar la atención en problemas críticos como el de
la desertificación.
11. A estas iniciativas externas se han sumado los intensos esfuerzos que el FIDA despliega para
reestructurar sus mecanismos internos de gestión, incrementar su eficiencia y mejorar el impacto de sus
actividades en la reducción de la pobreza rural. El proceso participativo de reorganización, que hace
hincapié en la toma de decisiones, el trabajo en equipo y la asunción de responsabilidades, está
conduciendo a la conformación de nuevos procesos y a una redefinición de las funciones y
responsabilidades en el ámbito del FIDA. Se están examinando los procesos de trabajo y ajustándolos
en respuesta a las nuevas necesidades tecnológicas y de gestión de la institución. Estos esfuerzos han
fortalecido la reorganización interna que tuvo lugar en 1994 y acrecentado la eficacia del Departamento
de Administración de Programas (PD) como parte de una estrategia a largo plazo que hace mayor
hincapié en la ejecución propiamente dicha de los proyectos apoyados por el FIDA. Este planteamiento
forma parte de una evolución significativa de la cultura institucional del Fondo hacia el logro de
mayores resultados en términos de eficiencia, capacidad de respuesta e impacto de las actividades de
desarrollo.