Informe del CG - IFAD

Señor Presidente:
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Declaración del Gobernador interino por la República de la India
Ante todo deseo expresarle nuestras más sinceras felicitaciones y mejores deseos por su tan
merecida elección. Otro motivo de satisfacción es el hecho de que sea usted originario de
Bangladesh, país vecino con el que tenemos el privilegio y la buena suerte de mantener relaciones
excepcionalmente estrechas y cordiales. Puede usted contar con nuestro pleno apoyo y colaboración.
Un aniversario ofrece la oportunidad lógica de reflexionar acerca de lo que se ha conseguido
hasta ahora, y lo que queda por hacer. El FIDA se ideó en la Conferencia Mundial de la
Alimentación, celebrado en Roma en 1974, pero no se hizo realidad hasta 1978. Todos nosotros
podemos contemplar estos últimos 20 años con un sentimiento legítimo de orgullo. Pero no nos
hemos de dormir en nuestros laureles. Recordemos que en el mismo año de 1974, el Profesor
Henry Kissinger, que representaba a los Estados Unidos, dijo que dentro de diez años ningún niño
debía irse a la cama hambriento, y los representantes de la comunidad internacional allí reunidos
aplaudieron esta declaración. Todos sabemos que, 24 años después, más de 800 millones de seres
humanos siguen yéndose a la cama hambrientos, y que se despertarán, todavía hambrientos, en los
albores del nuevo milenio. Como dijo el Presidente de la República de Italia, todos tenemos una
responsabilidad que cumplir, y la responsabilidad es siempre personal.
En comparación con algunas de sus hermanas de la familia de las Naciones Unidas, el FIDA
está en mejores condiciones en lo que se refiere a los recursos financieros. Sin embargo, como señaló
la delegación de la India en el decimoquinto período de sesiones del Consejo de Gobernadores, el
FIDA merece un nivel más elevado de financiación.
Hemos tomado nota, con profundo aprecio, del enfoque innovador e imaginativo del
Presidente del FIDA, equilibrado con un sólido pragmatismo. Al contemplar la condición humana y
la filosofía que ha inspirado el FIDA, me vienen a la memoria las palabras de Mahatma Gandhi, de
cuyo martirio se ha cumplido este año el quincuagésimo aniversario, palabras que pueden ser de
ayuda para toda persona que ocupe un cargo público.
“Recuerda la faz del hombre más pobre y más débil que hayas visto nunca, y pregúntate si lo
que quieres hacer le será de alguna utilidad. ¿Sacará de ello algún provecho? ¿Le restituirá el
dominio sobre su vida y su destino? En otras palabras, ¿favorecerá la autonomía de los
millones de personas física y espiritualmente hambrientas? Si es así, verás como tus dudas se
disipan y tu propia persona pasa a un segundo plano”.
Mi Gobierno seguirá prestando un apoyo decidido al FIDA en su misión de acabar con la
pobreza y el hambre, especialmente en el sector rural.