Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
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¿Po r q u é n o s e q u i v o C a m o s? 113<br />
segundo deseo se enciende porque el detective es un hombre, pero,<br />
a diferencia del dentista, es un hombre que le resulta atractivo.<br />
Aquí ya no se trata de rendir un examen para obtener el certificado<br />
de una capacidad genital. Se trata, en cambio, del segundo deseo, la<br />
situación para la cual el certificado “sirve” porque al mismo tiempo<br />
que avala, autoriza. De manera que ahora el segundo deseo es el<br />
que arrastra al primero, y en estas condiciones, Chieko se dirige<br />
hacia su cuarto “encuentro”. Haruki la encuentra oscilando entre<br />
sus dos deseos, y con él Chieko nuevamente sucumbe al proceso<br />
que la arrastra hacia la búsqueda de su certificado. Aunque Haruki<br />
“huele rico”, es perverso; y Chieko, pasando por encima de lo que<br />
en él no le gusta –seguramente “ayudada” por el efecto del alcohol y<br />
la droga–, decide realizar una prueba que, de nuevo, fracasa, y que<br />
ella –nuevamente– interpreta como un déficit en su capacidad de<br />
“gustar”. Lo que Chieko ignora esta vez es que Haruki no la ama,<br />
independientemente de cuáles sean los valores de Chieko, porque<br />
tampoco ama a la Mitsu que “apasionadamente” besa. Otra vez deprimida<br />
y otra vez atrapada entre sus dos deseos, Chieko se “vuelve”<br />
a Mamiya. Esta vez su experiencia es distinta, y por eso finaliza su<br />
carta “secreta” con la palabra “gracias”. Pero antes de intentar penetrar<br />
en el meollo de esa experiencia, debemos realizar un pequeño<br />
rodeo para introducir otra cuestión necesaria.<br />
Víctima del enojo y la culpa<br />
Chieko ha perdido a su madre. La ha encontrado muerta con<br />
un tiro en la cabeza, y teme que la policía, dudando de que haya<br />
sido un suicidio, lo acuse a su padre. Así lo testimonia su amiga<br />
Mitsu cuando dice: “¿No están convencidos, verdad?”. No cabe<br />
duda de que las sospechas de la policía –que parecen haber finalizado<br />
hace ya nueve meses– representan inquietudes de la propia<br />
Chieko, que en lugar de haber finalizado, perduran. Debemos preguntarnos<br />
entonces de dónde provienen y, además, por qué Chieko,<br />
que extraña a esa madre que debe haber querido, esa madre