Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
¿Po r q u é n o s e q u i v o C a m o s? 115<br />
rescatados leemos “tengo que encontrar… mensaje de mi madre…<br />
no estoy segura de si fui querida por mi madre…”, estamos frente a<br />
un testimonio de que Chieko, más allá de lo que conscientemente<br />
conoce acerca de sí misma, busca la absolución y el perdón de su<br />
madre, a quien sin duda ha querido.<br />
La influencia perdurable de una convicción errónea<br />
Volvamos ahora a lo que sucedió con Mamiya. Cuando Chieko<br />
–deprimida por el episodio de su relación con Haruki– se encuentra<br />
con el detective, lo hace impulsada por ambos deseos. El deseo<br />
de certificar su capacidad de complacer a un hombre, como lo hace<br />
la mujer “hecha y derecha” que dispone de una capacidad genital.<br />
Y, más allá de esa “prueba” que fracasó con Haruki, el deseo genital<br />
genuino cuya finalidad se agota y se cumple recorriendo el camino<br />
que nace de una atracción auténtica. Una atracción que, en virtud<br />
de su autenticidad, no llega a distraerse en ningún otro propósito.<br />
Cuando finaliza el pre-texto que pretende aclarar la cuestión del<br />
suicidio y Mamiya se dispone a partir, Chieko se presenta completamente<br />
desnuda. Es necesario aclarar que su desnudez no sólo<br />
obedece al propósito consciente de la seducción erótica, sino que<br />
contiene además el deseo inconsciente de despojarse de todo encubrimiento,<br />
volviendo a empezar, desnuda, “como ha venido al<br />
mundo”, desde el instante cero. Recordemos el primer gesto de<br />
Chieko, cuando desnuda se acerca a Mamiya. Acaricia suavemente<br />
con una de sus manos la cabeza del hombre. Él, en un primer<br />
momento, ante la respiración entrecortada y jadeante con la cual<br />
Chieko se acerca, también se asusta –como le ocurre al dentista–,<br />
pero luego, cuando Chieko aprieta con una mano de Mamiya uno<br />
de sus senos, expresa su sensibilidad frente a la excitación de ella<br />
y le dice “Por favor, para”. Chieko se aproxima y Mamiya comprende,<br />
a diferencia del dentista, que al deseo erótico se suma algo<br />
más, y entonces es cuando agrega, lleno de ternura “No. Esto está<br />
mal. Eres sólo una niña”. Debemos reparar en el hecho de que, en