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Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

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¿Po r q u é n o s e q u i v o C a m o s? 187<br />

órganos, en la configuración de nuestras emociones, en la determinación<br />

de nuestros actos y, también, en la manera en que, sin pensar<br />

conscientemente, “pensamos” acerca de nosotros mismos, acerca<br />

del mundo en el cual vivimos, y acerca de nuestros semejantes,<br />

conformando los vínculos que establecemos con ellos. Subrayemos<br />

entonces que, cuando en el ejercicio actual de la función que denominamos<br />

pensar, lo hacemos de manera deliberada y consciente,<br />

lo hacemos a partir de innumerables pensamientos “anteriores”,<br />

implícitos en nuestro modo de pensar, en la construcción y en el<br />

funcionamiento de los órganos que integran nuestro cuerpo.<br />

La locomotora, inventada por George Stephenson, “contiene”<br />

en su estructura y en sus movimientos, lo pensado por su creador.<br />

Del mismo modo, cuando comprendemos cómo funciona y en qué<br />

consiste la unidad procesadora central de una computadora, aun<br />

sin saber que fue Turing el autor del pensar que la produjo, “vemos”<br />

allí sus ideas. Bhom, en el libro que ya hemos citado, señala que<br />

cuando aparece en la pantalla de nuestro televisor un teléfono, si<br />

oímos un timbre de teléfono surgiendo desde el televisor, asumimos<br />

“naturalmente” que el teléfono que vemos es el que suena. De<br />

una manera semejante, asumimos “natural e intuitivamente” que<br />

nuestros pensamientos, producidos por nuestra voluntad, surgen<br />

de manera libre e incondicionada dentro de nuestra cabeza. Pero el<br />

cerebro, como la locomotora, como el CPU de una computadora,<br />

es, en sí mismo una idea, una idea que lo ha precedido y que “él”<br />

no ha pensado. Portmann, el biólogo que fue durante treinta años<br />

director del zoológico de Basilea, en su libro Nuevos caminos de la<br />

biología, frente al hecho de que un gusano platelminto que ha sido<br />

seccionado transversalmente en dos mitades es capaz de formarse,<br />

a partir de su extremidad caudal, un nuevo cerebro y un nuevo par<br />

de ojos, se pregunta: ¿Quién es (o, si se prefiere, en dónde reside)<br />

“él” que se hace a sí mismo un cerebro?<br />

Pienso, luego existo, es la primera asunción de la filosofía cartesiana,<br />

lo cual significa que el que piensa soy yo. No se trata, sin<br />

embargo, de una cuestión sencilla, porque cuando yo hablo de mí,

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