17.05.2013 Views

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

154 Lu i s <strong>Chiozza</strong><br />

Ya dentro del departamento, los tres juntos, sentados, esperan<br />

con angustia la llegada de papá. Cuando Renato llega, Viola le dice<br />

que hay una sorpresa. “¿Una sorpresa? –pregunta él– ¿Qué hicieron,<br />

limpiaron la casa?”. “Papá”, dice angustiado Tommi, que se<br />

ha quedado con su madre, agarrados de la mano. Ella pronuncia<br />

“hola” casi sin voz. Renato la mira, sorprendido, atónito, sin saber<br />

qué decir, mientras ella dice en un tono de súplica: “¿Podemos hablar?”.<br />

Renato camina, les da la espalda y, de pronto, se vuelve y<br />

le grita: “¡Fuera!”. “¿Te puedo hablar?”, dice ella. “¡Fuera!”, repite,<br />

más fuerte, desaforado. “Te ruego, no me eches, por favor”, insiste<br />

ella llorosa. Tommi los mira a ambos, alternativamente. Viola se<br />

acerca a su madre diciéndole: “No llores. –y le ruega a Renato–<br />

Papá, mamá ha vuelto, no seas malo”. “Ve a tu cuarto con tu hermano.<br />

¡Por Dios!”, le grita Renato. Y a su mujer le dice, haciendo<br />

un esfuerzo por bajar la voz y respirando fuerte: “Stefania, te doy<br />

tres segundos para salir de esta casa, ¡fuera!”. Tommi ya se ha encaminado<br />

hacia el cuarto, Viola lo sigue mientras mira angustiada lo<br />

que está sucediendo. Stefania se dirige cabizbaja hacia la puerta que<br />

ha permanecido abierta y, llegando a ella, se vuelve hacia él, se acerca<br />

y le dice: “Quiero quedarme con ustedes”. Renato, desesperado<br />

tal vez porque siente el deseo de abrazar a Stefania, le grita: “¡No me<br />

toques! ¡No me toques! ¡Fuera!”. Ella llora, los hijos miran azorados<br />

y angustiados. Renato grita: “¡Puta! ¡Maldita puta!”. Stefania llora:<br />

“Quiero quedarme con ustedes, quiero estar con mis bebés”. Renato<br />

continúa gritándole a una Stefania arrodillada que se abraza a<br />

las piernas de él. “Me estás arruinado la vida –exclama, y luego, casi<br />

como si le estuviera explicando a una testaruda que no entiende,<br />

agrega– nos arruinas la vida a todos”. “He cambiado”, dice ella.<br />

“¡Basta de mentiras! –grita él– ¡Fuera! ¡Niños, a su cuarto!”. Stefania<br />

llora, acurrucada en el suelo: “No puedo vivir sin ustedes”. Renato<br />

la agarra y la arrastra hacia sus hijos: “¿No puedes? Díselo en la cara,<br />

diles en la cara dónde fuiste. Míralos y diles dónde vas cada vez que<br />

desapareces. Diles que prefieres a la primera mierda que pasa con<br />

dinero antes que a un pobre como tu marido. Diles, maldita puta,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!