Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
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186 Lu i s <strong>Chiozza</strong><br />
utilizado para designar el hecho de que el proceso que denominamos<br />
sentir ya ha sucedido, se use también para referirse al significado y a<br />
la dirección, o a la finalidad, hacia la cual un proceso se encamina. El<br />
significado, pues, no es sólo la intención de un propósito que marcha<br />
hacia su cumplimiento en el futuro, es también el producto de un<br />
sentir que en el pasado ha sucedido. Llegamos a comprender, por<br />
este camino, que los pensamientos pre-pensados y los sentimientos<br />
pre-sentidos, que la memoria guarda como lo pensado y lo sentido,<br />
cuando se repiten desde allí, bajo la forma de automatismos habituales<br />
que no vuelven a pensarse ni vuelven a sentirse, constituyen el<br />
significado y la significancia que determinan, desde lo inconsciente,<br />
no sólo nuestros actos y actitudes, sino que determinan también lo<br />
que continuamos pensando y sintiendo en nuestra conciencia.<br />
Las ideas que hoy son yo<br />
Vimos ya que un organismo, el conjunto de sus sistemas, sus órganos,<br />
sus tejidos y sus células, puede ser concebido como una compleja,<br />
laberíntica y polifacética galería de espejos, cuyas reflexiones<br />
funcionan como otros tantos pensamientos pre-pensados y sentimientos<br />
pre-sentidos, la inmensa mayoría de los cuales ejercen sus<br />
acciones en un modo “automático” que transcurre lejos de la conciencia<br />
habitual. Si nuestra conciencia a veces registra “movimientos<br />
y transformaciones” en el cuerpo, la mayoría de esas veces, en que<br />
no registra lo sentido y lo pensado, implícitos en la forma, tampoco<br />
registra el “sentido” que, en su doble connotación de valor y de finalidad<br />
intencional, anima esos movimientos y transformaciones.<br />
En el capítulo primero, decíamos que los seres humanos, aunque<br />
nos identificamos por nuestras diferencias, nos diferenciamos a<br />
partir de una estructura común que es el producto de una evolución<br />
de milenios. Vivimos estructurados y habitados, con-formados, por<br />
innumerables pensamientos que hemos pensado en nuestra infancia<br />
olvidada o que jamás hemos pensado en nuestra vida individual.<br />
Se trata de pensamientos implícitos en la construcción de nuestros