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Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

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¿Po r q u é n o s e q u i v o C a m o s? 97<br />

atribuyéndose la culpa por ese abandono, el cual de este modo se<br />

convierte en merecido. Esa pregunta: ¿por qué precisamente a mí?,<br />

aplicada a las vicisitudes más diversas, es una pregunta que todos<br />

conocemos, porque, aunque a veces quede relegada a lo inconsciente,<br />

nos acompañará toda la vida.<br />

Los sentimientos que conducen<br />

a provocar lo que se teme<br />

Alguna vez se ha dicho que todos, en el fondo, nos sentimos<br />

feos, malos y sucios. No cabe duda de que puede ser una de las<br />

formas que muchas veces adoptan los sentimientos de culpa. Pero,<br />

tampoco cabe duda de que no siempre los sentimos de la misma<br />

manera, ni que les sucede a todas las personas con la misma intensidad.<br />

No es aventurado suponer que el sentimiento de no merecer su<br />

matrimonio, ni el amor de Robert operaba en Meg, conformando<br />

una parte de su predisposición a establecer las conclusiones equivocadas<br />

que la condujeron a una decisión errónea, cuyas imprevistas<br />

consecuencias hubieran sido seguramente desastrosas. También,<br />

debemos suponer que, por desgracia, los acontecimientos que culminaron<br />

en el episodio que el abanico simboliza contribuirán, sin<br />

duda, al aumento de los sentimientos de culpa que forman una<br />

parte de la predisposición al error que opera en Meg.<br />

El tema de la culpa queda claramente simbolizado en las dos<br />

ocasiones en que Erlynne menciona “el borde del precipicio”, en<br />

una clara alusión al traspaso de un límite sin retorno. Un límite que,<br />

para colmo, son muchas las veces que resulta imperceptible, hasta el<br />

punto en que es fácil creer que no se lo ha cruzado. Hundirse en el<br />

precipicio es “la caída” en la tentación del demonio, representado,<br />

sin duda, por las insinuaciones y propuestas de Darlington. Él, con<br />

la sabiduría de Lucifer (que lo ha sufrido en carne propia), no sólo<br />

puede intuir que los sentimientos de culpa se han apoderado de<br />

Meg, sino que también ha captado la necesidad que ella tiene de

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