Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
160 Lu i s <strong>Chiozza</strong><br />
una parte de la toalla y mostrándole una pierna hasta la parte superior<br />
del muslo. “No molestes”, responde Tommi fastidiado.<br />
el amor de tommi<br />
Tommi está con su madre en el consultorio del médico deportivo.<br />
Éste, mientras le mira las conjuntivas oculares, envía un piropo<br />
indirecto a Stefania: “Qué bellos ojos que tiene este jovencito,<br />
como los de la madre”. Ella permanece en silencio. Luego, el médico<br />
pregunta: “¿Enfermedades de la infancia: paperas, varicela?”.<br />
Stefania no sabe qué contestar. Finalmente, dice que varicela no,<br />
pero Tommi corrige: “Sí, la tuve, pero tú no estabas. Me quedó<br />
esta cicatriz por rascarme”. Stefania insiste: “Estaba, no lo recordé,<br />
pero estaba”. Esa noche Tommi sueña. La ve a su madre con un<br />
abrigo de tela caminando en un valle nevado. De pronto, se vuelve<br />
y con una sonrisa seductora le dice: “Ven”. Entran en un cuarto,<br />
en penumbras. Tommi se acerca excitado a su madre desnuda y le<br />
besa los pechos mientras ella gime placenteramente con la respiración<br />
entrecortada. Tommi se despierta angustiado. Busca en la<br />
heladera algo para tomar. No ha visto, en la oscuridad, a su madre<br />
sentada en la mesa de la cocina, quien de pronto le dice: “Tommi,<br />
¿te asustaste?”. “Un poco”, reconoce Tommi. Su madre explica que<br />
tenía hambre y Tommi le pregunta por qué no ha comido en la<br />
cena. Stefania, sorpresivamente, le habla angustiada, en voz baja,<br />
con palabras rápidas y con la respiración entrecortada: “¿Ya no me<br />
quieres, no es cierto? ¿Por qué no me amas? Yo quise llevarte conmigo.<br />
¿Y sabes qué dijo tu padre? Que si lo intentaba me dispararía<br />
en la boca. Eso me dijo. No me juzgues. Cuando me embaracé<br />
era una nena. Un bebé tras el otro, me sentía una vaca. No quería<br />
descargar todo sobre Renato. No puedes dormir, ven, ven con<br />
mamá”. Tommi se acerca y Stefania continúa: “¿Sabes qué es lo<br />
importante? Que ahora estoy aquí y no me iré nunca más. No los<br />
dejaré más.”. “¿Te duele la cabeza?”, pregunta Tommi. Su mamá le<br />
contesta: “Como siempre, soy un poco frágil, como dice Renato”.