Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
I N I C I A C I Ó N A L I S L A M<br />
de un compromiso, de una carga. El ser humano, fin<strong>al</strong>mente,<br />
la aceptó. Aceptar la ámana implica necesariamente asumir<br />
la responsabilidad (ajlaq) que se deriva de la conciencia. Este<br />
ajlaq es una mirada consciente que surge de lo profundo del<br />
corazón, es una conciencia distinguida que, participando de<br />
la sabiduría divina, es capaz de contener y conocer todo lo<br />
creado. Cuando Adam, la paz sea con él, aceptó el compromiso,<br />
Dios ordenó a todas las criaturas, incluidos los ángeles,<br />
que se prosternaran ante él y lo reconocieran como j<strong>al</strong>ifa,<br />
como expresión de lo divino en Su creación.<br />
El ajlaq es la base del j<strong>al</strong>ifato del ser humano, la condición<br />
de su supremacía sobre las demás criaturas del Cosmos. Este<br />
compromiso consciente es asimismo cimiento de la fe (imán),<br />
pues imán viene de ámana. El imán es la forma natur<strong>al</strong> de<br />
la conciencia humana. Siendo consciente de su propia condición,<br />
el ser humano puede llegar a ser consciente de Dios,<br />
de ese Dios Inabarcable que le dice:<br />
“Si hubiéramos hecho descender este Corán sobre una<br />
montaña, la verías en verdad humillarse y hacerse<br />
pedazos por temor a Allah. Y planteamos todas estas<br />
parábolas a los hombres para que puedan aprender a<br />
reflexionar.” CORÁN, SURA 59, AYA 21<br />
Ningún universo puede abarcar a Dios. Sólo el corazón<br />
humano puede contenerle, dice el hadiz. Aquí están los símbolos<br />
y las parábolas que Dios propone <strong>al</strong> hombre. Ni siquiera<br />
las más sólidas creaciones de Dios, ni aún los elementos<br />
más estables de la visión humana tienen entidad ninguna<br />
frente a la Re<strong>al</strong>idad, frente a la Verdad, y esa conciencia de la<br />
94<br />
Capitulo 5<br />
Re<strong>al</strong>idad le acontece <strong>al</strong> ser humano como consecuencia de la<br />
Revelación, inundándole de sentido. Cada ser humano es un<br />
j<strong>al</strong>ifa, un ser soberano y libre, dotado de comprensión y responsabilidad<br />
según la sabiduría divina.<br />
Establecer el islam es vivir con natur<strong>al</strong>idad los hechos que<br />
forman el universo de lo humano, aplicar la inteligencia en la<br />
consecución de un mundo más consciente, más en armonía<br />
con la Re<strong>al</strong>idad Única, un mundo libre de imágenes inútiles,<br />
de experiencias sin significado. El musulmán sabe que sólo<br />
Dios es Creador y que los mundos son Su creación. El ser humano<br />
forma parte de esos mundos desde la posición privilegiada<br />
que le otorga la ámana de Dios, el intelecto (aql) y con<br />
la responsabilidad consecuente a ella (ajlaq). El musulmán<br />
trata de someterse a esa Re<strong>al</strong>idad que se le revela sin cesar en<br />
su corazón y va conociendo así el sentido de su vida y de su<br />
existencia. Esta revelación interior le sirve para discriminar<br />
sus actos y para v<strong>al</strong>orarlos en el contexto glob<strong>al</strong> de la creación<br />
y en los aspectos más concretos de su existencia.<br />
Pero precisamente porque el ser humano es la única criatura<br />
que tiene la capacidad de decidir existen actitudes diferentes<br />
y caminos distintos. El ser humano vive en un trance<br />
constante de decisión entre el sometimiento y la rebelión, entre<br />
el islam y el kufr, hasta que le sorprende esa hora que sólo<br />
Dios conoce. En este contexto, kufr es el movimiento contrario<br />
<strong>al</strong> sometimiento, <strong>al</strong> islam, y consiste en la acción de velar<br />
o esconder. Así, el ser humano incrédulo (káfir) es la contrafigura<br />
humana del musulmán creyente (múmin):<br />
“Dí ’¡Oh vosotros que negáis la verdad! Yo no adoro lo que<br />
vosotros adoráis, ni vosotros adoráis lo que yo adoro. Y<br />
95