Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
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Capítulo 6<br />
EL SUFISMO Y LA ESPIRITUALIDAD ISLÁMICA<br />
LA LUCHA EN LA SENDA DE LA REALIDAD Y<br />
EL CONCEPTO DE YIHAD. LA MÍSTICA MUSULMANA.<br />
LA BÚSQUEDA DEL CONOCIMIENTO Y LA SABIDURÍA.<br />
EL ISLAM Y LAS ARTES.<br />
La lucha en la senda de la Re<strong>al</strong>idad y el concepto de yihad<br />
Esforzarse en la senda de Dios es tratar de vivir en la arena<br />
de lo Re<strong>al</strong>. Este esfuerzo (yihad) acerca <strong>al</strong> ser humano a su<br />
destino, pues le ayuda a ser consciente de Dios, y esa es,<br />
en sí misma, la mejor retribución. Dios dice <strong>al</strong> ser humano<br />
en el Corán que, aunque le maten, ya ha recibido la mejor<br />
recompensa, porque ha de morir de todos modos y es mejor<br />
morir antes de morir, ser consciente de Dios en esta vida<br />
que vivir prisionero en los velos de la ignorancia y de la<br />
inconsciencia.<br />
El creyente (múmin) sólo puede combatir y esforzarse<br />
en esta senda, porque su fe (imán) es una conciencia que le<br />
lleva a difundir la verdad y la paz y a oponerse a la mentira,<br />
a la injusticia y a la opresión. En esta lucha aparentemente<br />
desigu<strong>al</strong> la victoria es siempre del múmin, porque el múmin<br />
d<br />
Capitulo 6<br />
sabe por qué y por Quién lucha, mientras que el incrédulo<br />
(káfir) sólo sirve a sus demonios person<strong>al</strong>es, a sus debilidades<br />
mor<strong>al</strong>es, a una apetencia pervertida. Esos demonios sólo<br />
tienen la fuerza limitada y transitoria de sus <strong>al</strong>bergadores y<br />
socios, y esa fuerza, comparada con el poder de la Re<strong>al</strong>idad,<br />
no es absolutamente nada. Dios dice en el Corán:<br />
“¿O es que pensáis que entraréis en el jardín sin que<br />
Allah tenga constancia de que os habéis esforzado por Su<br />
causa, y tenga constancia de que habéis sido pacientes en<br />
la adversidad? Pues, ciertamente, anhelasteis la muerte<br />
por la causa de Allah antes de veros frente a ella; ¡y ahora<br />
la habéis visto con vuestros propios ojos!”<br />
CORÁN, SURA 3, AL IMRAM, AYAT 142-143<br />
Dios dice <strong>al</strong> ser humano que su futuro depende de su fe<br />
(imán), no del deseo de autoinmolación. Dios no le dice<br />
que desee la muerte en su yihad, sino que se esfuerce por<br />
mantenerse en la senda de la Re<strong>al</strong>idad, que se esfuerce por<br />
aquello que le señ<strong>al</strong>a su imán, por establecer en la tierra el<br />
sometimiento a la Re<strong>al</strong>idad. Esta lucha produce la paz más<br />
duradera de todas, la que se conquista en el interior del ser<br />
humano tras el mayor de todos los esfuerzos.<br />
Tanto si muere en esa lucha como si sobrevive, la recompensa<br />
<strong>al</strong>canza siempre <strong>al</strong> ser humano porque ese gran esfuerzo<br />
(yihad <strong>al</strong> akbar) implica la conciencia de Dios (taqua) que<br />
asume la vida y la muerte como accidentes de una creación<br />
que Le pertenece por completo. En ese gran yihad reconoce<br />
el musulmán Su poder para dar la vida <strong>al</strong> ser humano y<br />
para quitársela. En el yihad se forjan los creyentes (muminún)<br />
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