Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
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I N I C I A C I Ó N A L I S L A M<br />
porque en ese arduo esfuerzo el ser humano está aceptando<br />
la posibilidad re<strong>al</strong> de morir, porque se está sometiendo <strong>al</strong><br />
decreto de su creación de una forma completa e impecable. El<br />
musulmán no puede someterse a medias, y en esta conciencia<br />
ya unificada es testigo de lo Re<strong>al</strong> en sí mismo y lo proclama<br />
sin ninguna vergüenza: la illaha illah Allah.<br />
Para aprender a luchar en ese gran yihad el ser humano<br />
ha de ser consciente de a qué o a quién está combatiendo y<br />
para qué. No puede caer en el error de confundir a amigos y<br />
enemigos, porque entonces la lucha estará perdida, porque<br />
luchará sin sentido ni fin<strong>al</strong>idad. Y así lo aclara Dios en el<br />
Corán:<br />
“Oh mu’minún, cuando s<strong>al</strong>gáis a combatir por la causa<br />
de Allah, usad vuestro discernimiento y no digáis a quien<br />
os ofrece el s<strong>al</strong>udo de paz: ‘Tú no eres creyente’, —movidos<br />
por el deseo de los beneficios de esta vida: pues junto a<br />
Allah hay grandes botines. También vosotros erais antes<br />
de su condición, pero Allah os ha favorecido. Usad, pues,<br />
vuestro discernimiento: ciertamente, Allah está siempre<br />
bien informado de lo que hacéis.”<br />
CORÁN, SURA 4 AN NISA, AYA 94<br />
El musulmán no puede tratar a los demás como enemigos<br />
para transgredir sus derechos y aprovecharse de sus bienes.<br />
Dios incita <strong>al</strong> ser humano a usar del discernimiento para<br />
distinguir a los verdaderos enemigos, a quienes están tratando<br />
de sembrar la incredulidad, de extender el velo de la ignorancia.<br />
Dios dice <strong>al</strong> ser humano que recuerde su condición<br />
anterior, su propia incredulidad, la pobreza de su fe, lo lejos<br />
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Capitulo 6<br />
que de Él se h<strong>al</strong>laba. La experiencia del <strong>al</strong>ejamiento de Dios<br />
que el ser humano ha llegado a vivir en <strong>al</strong>gún momento, ese<br />
dolor o nost<strong>al</strong>gia de lo sagrado y re<strong>al</strong>, le ayuda a comprender<br />
la natur<strong>al</strong>eza de su lucha y la condición de sus enemigos.<br />
El gran yihad es la única guerra limpia y digna que puede<br />
vivir el musulmán, el único ámbito en el que los combatientes<br />
están enfrentados en un plano de igu<strong>al</strong>dad re<strong>al</strong>. Luz y oscuridad<br />
se enfrentan en la arena del corazón y el ser humano<br />
ha de tomar partido en <strong>al</strong>gún sentido. El enemigo hostil no<br />
es otro que Shaytán, que es quien le divide y le convence de<br />
que la lucha se está produciendo fuera de él, como si esa<br />
lucha no le afectara por dentro, como si el ser humano no<br />
tuviera nada que combatir en su interior. Ese es el enemigo<br />
que le oprime, el que le tiene entretenido, el que le mantiene<br />
cercado en su ignorancia. Por ello, la mejor de las armas es la<br />
taqua constante, la conciencia de Dios en todas las acciones,<br />
el recuerdo vivo de Su compasión en el interior, el encuentro<br />
v<strong>al</strong>iente y desprendido.<br />
Cuando no podemos defendernos de un enemigo exterior<br />
la lucha se desarrolla en la arena de la guerra, en un escenario<br />
bélico convencion<strong>al</strong>. Aquí, el combate por la causa de Dios<br />
tiene siempre un sentido defensivo. No se agrede a nadie por<br />
la causa de Dios, no se destruye nada ni se obtienen rapiñas<br />
por la causa de Dios. El guerrero (muyahid) combate siempre<br />
a los opresores, a quienes tratan de imponer el velo por la<br />
fuerza, a quienes le impiden adorar a su Señor. El yihad es una<br />
defensa de la Re<strong>al</strong>idad y de la vida con la propia persona.<br />
El miedo a la muerte física conduce a la muerte espiritu<strong>al</strong>,<br />
porque es un signo de incredulidad, de desconfianza en aquello<br />
que Dios asegura y promete <strong>al</strong> ser humano. A quienes<br />
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