Iniciación al Islam (Hashim Cabrera) - Webislam
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I N I C I A C I Ó N A L I S L A M<br />
En el caso de muchos países de mayoría musulmana, estas<br />
contrafiguras han ejercido efectos diferentes sobre las conciencias<br />
de los ciudadanos o de los súbditos, según sea el caso.<br />
El mito de Bin Laden como libertador de los musulmanes,<br />
como un héroe capaz de hacer frente a la maquinaria imperi<strong>al</strong><br />
y neocoloni<strong>al</strong>, supone todo un despropósito y un anacronismo,<br />
una condena aún mayor a todos estos pueblos y culturas<br />
a la barbarie y <strong>al</strong> atraso socioeconómico. La construcción del<br />
Bin Laden justiciero y romántico se ha servido de toda una<br />
mitología popular creada a partir de uno de los contenidos<br />
básicos de la tradición profética con relación <strong>al</strong> islam y <strong>al</strong> fin<br />
de la historia: la aparición del Mahdi, un lider musulmán que,<br />
sin ser propiamente un profeta, aparecerá en un momento determinado<br />
para legislar y unificar a los musulmanes de todo<br />
el mundo.<br />
Hechos terribles y apoc<strong>al</strong>ípticos como los atentados terroristas<br />
de Nueva York, B<strong>al</strong>i, Casablanca, Beslán, Madrid o<br />
Londres han sido de facto el intento de producir un consentimiento<br />
masivo de las sociedades postindustri<strong>al</strong>es a la política<br />
de guerra preventiva en nombre de la lucha contra el terrorismo.<br />
Las consecuencias de todo esto las hemos podido ver a<br />
nuestro <strong>al</strong>rededor: la instauración de un clima de terror que<br />
desemboca en la pregunta de si todo musulmán puede ser un<br />
terrorista potenci<strong>al</strong>, de si será o no será un suicida que puede<br />
inmolarse en cu<strong>al</strong>quier momento y en cu<strong>al</strong>quier sitio.<br />
De ahí a la sospecha y de ésta a la paranoia colectiva no<br />
hay apenas espacio, sobre todo si los medios de comunicación<br />
actúan como correa de transmisión de esa ideología de<br />
la confrontación, de ese choque que se postula inevitable entre<br />
culturas, etnias y civilizaciones. Los ciudadanos sufren el<br />
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Anexo 1<br />
terror, y la sociedad contemporánea, que es crecientemente<br />
multicultur<strong>al</strong>, se resiente, se cierra sobre sí misma, asume<br />
obedientemente su condición de víctima y reclama orden, seguridad<br />
y firmeza, y así se vuelve castiza, xenófoba y regresiva.<br />
Ante un terror de esa índole no le resulta muy difícil <strong>al</strong><br />
poder político recortar las libertades civiles y hacerse cargo<br />
de la soberanía popular.<br />
En ese sentido resultaría legítimo sospechar de una complicidad<br />
de Bin Laden y Al Qaida en este orden de cosas porque<br />
todo esto no sería posible sin una intervención re<strong>al</strong> de<br />
ese enemigo imaginario. Hemos de ser muy agradecidos con<br />
Edward Said porque supo describir estas estrategias y porque<br />
nos previno de todo este nuevo capítulo de barbarie. Por<br />
él pudimos saber que esa supuesta ideología islámica o islamista,<br />
radic<strong>al</strong> e intransigente, fue propiciada y <strong>al</strong>entada por<br />
los colonizadores ingleses, quienes favorecieron el acceso <strong>al</strong><br />
poder de aquellos grupos que la enarbolaban en el Medio<br />
Oriente de principios del siglo XX, unos grupos dogmáticos<br />
y radic<strong>al</strong>es, muy minoritarios en la Ummah, que nunca habí-<br />
an detentado el poder político en esas sociedades medi-orient<strong>al</strong>es.<br />
Esto nos puede explicar por qué los medios de comunicación<br />
occident<strong>al</strong>es obvian en tantos casos el apoyo norteamericano<br />
a los t<strong>al</strong>ibanes y a Bin Laden en su lucha contra<br />
los antiguos soviéticos.<br />
Existen precedentes en la historia de los musulmanes. En<br />
el declinar de Al Ánd<strong>al</strong>us, <strong>al</strong>morávides y <strong>al</strong>mohades (morabitun<br />
y muahiddun) destruyeron parte del legado espiritu<strong>al</strong><br />
y cultur<strong>al</strong> and<strong>al</strong>usí en nombre de un monoteísmo radic<strong>al</strong> e<br />
intransigente, poco emparentado con la natur<strong>al</strong>idad y la belleza<br />
expansiva del islam origin<strong>al</strong> de Medina, de la sociedad<br />
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